Tabasco Hoy

CON AGRESIONES Y DAÑOS REALIZAN 8M

Invitados y reporteros de la conferenci­a de prensa mañanera salieron en estampida. Empleados vivieron horas de angustia. A las 3 de la tarde tuvieron que ser desalojado­s.

- DIEGO ELÍAS CEDILLO

ESTÁ ENTRE LOS 10 MEJORES GOBERNADOR­ES

CDMX. Al concluir la conferenci­a de prensa mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador, dentro de los muros de Palacio Nacional se vivía un ambiente tenso.

Estando resguardad­os por una muralla de hierro que pareciere impenetrab­le, siendo las 09:48 de la mañana todas y todos los invitados salen por la calle de Moneda.

Algunas funcionari­as, como la secretaria de Gobernació­n, Olga Sánchez Cordero, omitió dicha ruta y prefirió salir por el estacionam­iento privado que guarda la sede del Poder Ejecutivo federal, con salida por la calle de Correo Mayor, para dirigirúni­camente se con ruta al Palacio de Cobián con la finalidad de presidir el evento “Las mujeres al centro de la transforma­ción de México”.

Tiempo después la tensión subió en la plancha del Zócalo; presintien­do la presencia venidera de cientos, quizás miles de mujeres.

Para las 10:30, todos los muros – provisiona­les– de acero eran sobrepuest­os en este caso resguardan­do el acceso de la puerta de Atención Ciudadana, ubicada en la parte de atrás de Palacio Nacional.

Media hora más tarde, 11:00 am, un contingent­e por parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, bajo el mando de su titular, Omar García Harfuch, se encontraba en formación sobre la calle de Moneda, en total resguardo y sin sorpresiva­s visitas.

transitaba­n por aquella vía burócratas de Hacienda y el equipo de apoyo del Presidente López Obrador.

Con una instrucció­n de mando dicha cuadrilla avanza, marchando con dirección a la Catedral, detrás de la barda que aparenteme­nte lucía impenetrab­le, con la única premisa e instrucció­n superior de aguantar y no caer en provocacio­nes.

El agobio y la angustia, empiezan a hacerse latente entre los moradores de Palacio Nacional.

Los minutos pasan lentamente. Exactament­e a las 12:20, ingresa un contingent­e de policías militares, perfectame­nte equipados para resguardar la residencia del Ejecutivo federal, con la disciplina caracterís­tica de las Fuerzas Armadas realizan su formación bajo el mando de sus superiores, en los patios marianos ubicados en el ala de la Secretaría de Hacienda.

CABEZA DESCANSO

Unos 20 minutos después, por la puerta Mariana pegada a la Catedral salen marchantes y galantes dispuestas a cumplir su misión; se disponen a resguardar el patrimonio de millones de mexicanos.

Las puertas se cierran con estruendo, sin saber que no volverán a ser abiertas hasta el final del encuentro entre manifestan­tes y gobierno.

Casi para concluir, cerca de las 14:30 horas, la única puerta que per

mite el acceso de funcionari­as y funcionari­os a Palacio Nacional, es la ubicada en la calle de Moneda, es cerrada, incluso trabada con una antigua viga de madera.

La aflicción y la zozobra se huelen y hieden tras de esos muros de piedra que resguardan siglos de historia.

Es cuestión de minutos para que lo claramente evidente, ocurra.

INICIA EL DESALOJO

Sin mayor reserva se emite la instrucció­n, por algún alto mando del Ejército mexicano; ha llegado la hora de desalojar, siendo las 15:00 horas, más de algún burócrata ante dicha instrucció­n, seguro, tragó saliva y entre bromas, presumen: “Nos espera una lluvia de brillantin­a o pintura”.

Sin embargo, está claro por comentario­s de los presentes, que todos los que ahí nos encontramo­s corremos el riesgo de algo más pesado que sólo pintura o brillantin­a.

Sin más preámbulo, al ser dirigidos a una salida poco convencion­al, una policía militar de las Fuerzas Armadas, aparece a escena corriendo y exhalado refiriendo: “Ya valió madre, tiraron una valla”.

Al seguir el camino marcado, pasando por la Capilla de la Emperatriz, con suma precaución y preocupaci­ón, salimos de Palacio Nacional por el estacionam­iento a las 15: 30 horas, resguardad­o por militares que, desde las azoteas, tenían al alcance de sus manos fusiles antidrones, y hurgaban, ávidos, el cielo del Zócalo capitalino.

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 ??  ?? • En la azotea de Palacio Nacional fueron captados elementos con presuntas armas de fuego, que luego la vocería de la Presidenci­a confirmó que eran armas antidrones, pues esas unidades están prohibidas en el espacio aéreo del edificio presidenci­al.
• En la azotea de Palacio Nacional fueron captados elementos con presuntas armas de fuego, que luego la vocería de la Presidenci­a confirmó que eran armas antidrones, pues esas unidades están prohibidas en el espacio aéreo del edificio presidenci­al.
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• Encapuchad­as utilizaron aerosoles para prenderle fuego a las mantas que habían sido colocadas.
 ??  ?? • Los uniformado­s utiilzaron agua para repeler el gas que ellos mismos habían lanzado a las manifestan­tes.
• Los uniformado­s utiilzaron agua para repeler el gas que ellos mismos habían lanzado a las manifestan­tes.
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• Desde las 10 de la mañana empezaron a congregars­e en el monumento a la Revolución, para luego marchar al Zócalo.
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• Las mujeres más valientes atacaron a patadas los escudos de los policías antimotine­s.
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• Desde el interior de la valla las manifestan­tes fueron rociadas de gas lacrimógen­o, pero ni así cedieron.

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