Unir los dos Tabascos
Visito la Región de los Ríos y vuelvo a confirmar la urgente necesidad de replantear nuestro modelo de desarrollo para integrar los dos Tabascos: el petrolero, con Centro y la Chontalpa a la cabeza y el rezagado de la Sierra y los Ríos.
Hace un poco más de cuatro décadas que irrumpió en nuestro querido Estado un enorme auge de la industria del petróleo y del gas. Era la época de Gobernador Leandro Rovirosa Wade y del Presidente José López Portillo, Tabasco pasó del cayuco y del caballo a un poderoso y vertiginoso jet supersónico.
El abundante dinero del contratismo y sindicalismo en torno a PEMEX desquició la paz y tranquilidad del Edén tropical del Sureste mexicano trayendo una petrolización que aún continúa y el inicio de dos formas de vida, completamente diferentes.
Crecimiento económico acelerado inunda la Chontalpa y al Centro y algo de Macuspana y Centla y la mayoría de la Sierra y de los Ríos aumenta su lejanía a la inversión pública y al progreso, dividiendo a Tabasco.
Nadie nos quiso escuchar a los que advertimos el peligro de dejar llevarnos por el canto de las sirenas petroleras que traían vida cara, delincuencia, contaminación, pérdida de identidad cultural y abandono de las actividades productivas en el campo.
Muchos creyeron en el sueño de que lo ideal y único era laborar en PEMEX o en compañías relacionadas o en el Gobierno, en sus tres niveles: federal, estatal o municipal. Y de plano comenzó la migración de la tierra y del agua hacia lo que se convertiría en la pesadilla actual de pobreza, marginación, desigualdad, ignorancia, corrupción.
Pero los tabasqueños debemos voltear a nuestra historia para imaginar, planear y construir un futuro de progreso, justicia, igualdad. Eso es lo que la Cuarta Transformación (4T) de Andrés Manuel López Obrador se empeña en realizar al unir al Sureste con el Centro y el Norte del país.
No tengo duda que rescataremos nuestro querido Tabasco volviendo a la agricultura, ganadería, pesca, forestal, turismo, las vocaciones naturales que nunca debimos descuidar ni mucho menos abandonar. Y la industria petrolera con todo y refinería debe sujetarse al orden y al interés prioritario de los tabasqueños.
Cuidar el medio ambiente, sobre todo el cambio climático y preservar con orgullo la cultura Olmeca y Maya, en absoluto respeto a los pueblos originarios y la Frontera Sur merece el cuidado que significa la vulnerabilidad actual.
Y claro, el modelo de justicia social de la 4T de AMLO será el referente obligado, con honestidad y amor al pueblo.