SALIÓ A CHECAR SU EMBARAZO Y NO LA VIERON MÁS
María Fernanda, de 20 años de edad está perdida desde el 17 de abril del 2020; su teléfono la ubicaba fuera de la ciudad.
María Fernanda Cruz Arcos de 20 años, besó a su madre por última vez el pasado 17 de abril del 2020, salió de su domicilio ubicado en el Fraccionamiento Pomoca para hacerse estudios de rutina por su embarazo y no volvió.
“Mi hija tenía 20 años cuando desapareció, era una niña muy cariñosa, muy tranquila, no era una chica de fiestas ni alcohol, era muy estudiosa, solo salió para hacerse sus estudios porque tenía cuatro meses de embarazo pero perdí comunicación con ella a dos horas de haberse ido”, narra su madre María Isabel Arcos González.
María Isabel cuenta que el día de los hechos su hija acudió al Laboratorio Madero en la colonia Centro donde se realizó el examen médico de control pero ella no regresó nunca por los resultados, “el personal me entregó los estudios de mi hija, ella sí estuvo ahí pero no regresó”, señala.
Ese 17 de abril, habían quedado de almorzar su platillo favorito “y como estaba en embarazo, me dijo que quería caldito con pasta y se lo preparé”, pasaron dos horas cuando María Isabel intentó comunicarse para saber a qué hora llegaría para comer pero, su teléfono ya mandaba a buzón.
DESATENDIDA POR FISCALÍA
Inmediatamente, su madre hizo todo lo posible por hacer llegar el caso a fiscalía con la esperanza de poder localizarla, las contantes llamadas a conocidos, la visita de lugares a donde pudo haber recurrido se agotaron, por lo que todo había quedado en manos de la Fiscalía Especializada para la Búsqueda de Personas Desaparecidas.
“Su hija por ahí debe de andar, tal vez hasta se fue con alguno de
Mi hija tenía 20 años cuando desapareció, era una niña muy cariñosa, muy tranquila, no era una chica de fiestas ni alcohol, era muy estudiosa... (sic) el personal (del laboratorio) me entregó los estudios de mi hija, ella sí estuvo ahí pero no regresó”.
MARÍA ISABEL/MADRE sus novios y usted llorando, al rato aparece”, fue el trato que cuenta María Isabel le dieron en la dependencia, “quería llorar, estaba desesperada y la manera en que te dicen las cosas con ese tono burlón, sin ningún sentimiento de compasión o por lo menos de comprensión te acaba por romper”, expone.
ESTANCADO EL CASO
María Isabel no confía en las autoridades, la ubicación que arrojó el teléfono de su hija daba a un fraccionamiento fuera dwe la ciudad al que los encargados de la búsqueda tampoco acudieron, y el caso sigue estancado, “nada han podido hacer para darme una sola pista y mi hija ya tiene tres años desaparecida”, lamenta.
Su hija por ahí debe de andar, tal vez hasta se fue con alguno de sus novios y usted llorando, al rato aparece". (le dijeron en la Fiscalía de personas Desaparecidas).