“Mi suegra se llevo a mi hija a EU”
La madre de la menor de 2 años de edad está a punto de perder la custodia, ya que la abuela paterna la demandó para quedársela.
Gladys está desesperada. Sus labios resecos y sus párpados hinchados reflejan las horas de desvelo que ha pasado y el dolor que la invade por no saber nada de su hija, una pequeñita de apenas dos años y cuatro meses, que entregó bajo engaños a su suegra para que se la llevara a vivir un año a los Estados Unidos y que ahora no le quiere regresar.
Incluso, la demandó ante una corte en Pensilvania para obtener la custodia de la menor y poder así quedarse con ella.
Casada con un ciudadano norteamericano, con quien procreó dos niñas, Gladys recibió en Villahermosa, en septiembre del año pasado, la visita de la abuela paterna de sus hijas, una mujer de 58 años de nombre Alexandria Toth, quien la convenció que le permitiera llevarse a Chelsea a pasar una temporada con ella en Estados Unidos.
Accedió bajo distintas condiciones y aunque la niña tiene doble nacionalidad, se firmó un documento ante notario público con el consentimiento. Al cabo de un mes, su suegra empezó a comportarse de forma extraña y dejó de contestarle los mensajes y las llamadas que ella hacía para saber de su hija.
Mi esposo viajó a Estados Unidos para traerse a nuestra hija a casa, pero ya no le permitieron verla e incluso fue amenazado de muerte por la pareja de mi suegra”.
CORTÓ LA COMUNICACIÓN
Junto con su esposo Alex Toth decidió entonces pedir que les regresaran a Chelsea, pero Alexandria se negó bajo el argumento de que no contaba con dinero para viajar a Tabasco y tras lo sucedido cortó comunicación con ellos, los bloqueó del Whatsapp y dejaron de saber de la pequeña.
A la par, mediante correo electrónico suscrito por un abogado, se enteraron que Alexandria Toth, había promovido una demanda de custodia ante una corte de distrito y que se había fijado cita para una
primera audiencia vía remota para este 21 de febrero próximo.
“Mi esposo viajó a Estados Unidos para traerse a nuestra hija a casa, pero ya no le permitieron verla y fue amenazado de muerte por la pareja de mi suegra, quien le advirtió que usaría su arma contra él.
Tal y como se lo solicitaron las autoridades estadounidenses, Gladys se presentó ante la Fiscalía General del Estado a interpo
GLADYS MADRE DE LA MENOR SUSTRAÍDA
ner denuncia por sustracción de menores y recurrió a la Secretaría de Relaciones Exteriores, pero no encontró la respuesta esperada y lejos de ello fue revictimizada.
“Me dijeron que cómo era posible que hubiera entregado a mi hija, juzgándome por lo que yo había ello. Yo les dije que no di a mi hija a una persona extraña, sino a su abuela y que lo hice porque son mi familia y que nunca pensé que esto iba a pasar”, refiere.
Ahora el tiempo juega en su contra, pues a falta de una actuación oportuna y eficaz por parte de las autoridades mexicanas, la custodia de Chelsea podría determinarse a favor de su abuela.