“Que le den 100 años”, por el daño a México
TRAS EL VEREDICTO, GARCÍA LUNA SE MANTUVO EN SILENCIO, CON EL ROSTRO SERIO Y ENROJECIDO.
NUEVA YORK Los 12 miembros del jurado anunciaron que tenían listo el veredicto contra García Luna; en ese momento, al filo de las 3 de la tardes, su esposa Linda Cristina Pereyra, y su hija Luna, así como la prensa corrieron a la sala.
Pero el juez devolvió el formato que el jurado debía llenar y en el que, por un error de procedimiento, no habían marcado, en el cargo número uno, si consideraban, más allá de toda duda razonable, culpable o no culpable al acusado.
Unos segundos después el documento regresó a las manos del juez, con el destino de García Luna sellado: culpable de los cinco cargos que se le imputaban.
“Culpable”, fue la palabra que resonó en la sala, donde esposa e hija reclinaron juntas sus cabezas.
García Luna se mantuvo en silencio, con el rostro serio y enrojecido.
Ni hizo ni una expresión, mientras el juez leía cada cargo y cada veredicto de culpabilidad, que le auguran una pena mínima, improbable, de 10 años de prisión y una máxima, más probable, de cadena perpetua.
NO HUBO UN 'TE AMO'
La sesión terminó y por primera vez GGL no lanzó un “te amo” a su esposa.
La familia, con el rostro desencajado, salió del tribunal en silencio, escoltada por la defensa que encabeza el abogado César de Castro.
García Luna salía aparte, de vuelta a prisión, escoltado por la policía, quien según De Castro, “estaba en shock”.
Afuera de la Corte, mientras los medios televisivos transmitían la noticia, la algarabía se vivía entre los presentes, quienes tuvieron manifestándose a lo largo de más de tres semanas, exigiendo que García Luna fuera condenado.
“Que le den 100 años, por todo el daño que hizo a México”, se escuchó decir a una manifestante.
Tenían prisa • El juez del caso apresuró al jurado. Cumplió lo que dijo: que el juicio sería distinto.