OCZ, arraigo y conocimiento
Recientemente, en el marco del curso del Programa de Formación Política para Aspirantes a una Candidatura de Elección Popular por Morena en el próximo proceso electoral 2023 -2024, el diputado federal, Oscar Cantón Zetina, expresó: “ustedes muy bien saben, que tengo la aspiración a ser Gobernador y participar en la encuesta de Morena que se llevará a cabo éste año”.
Tal declaración constituye un plausible acto de honestidad tanto política como personal dado que es del todo válido que un legislador, no sólo aspire a una responsabilidad mayor como la de gobernar su estado, sino que luche por ello dentro de los cauces democráticos.
En esta reflexión cabe un poco de historia: Roberto Madrazo llegó, como prácticamente todos sus antecesores, desde la CDMX donde vivían y fueron impuestos desde Los Pinos (Madrazo lo fue por Salinas, aunque Zedillo intentó removerlo) Después llegó Manuel Andrade Díaz; le sucedió Andrés Granier, ambos hicieron su carrera política en Tabasco, cuando llegaron a la Quinta Grijalva tenían arraigo; tocó turno a Arturo Núñez Jiménez quien carecía de él pues su trayectoria tuvo lugar en la capital de la república.
Con Adán Augusto López Hernández y Carlos Manuel Merino Campos, se retoma la sana práctica de que a Tabasco lo gobierne un tabasqueño no sólo por nacimiento o con residencia no menor a cinco años al día de la elección, caso contrario de Madrazo, Neme Castillo, Manuel Gurria, Gonzalez Pedrero y Mario Trujillo quienes, más allá de sus resultados frente al Ejecutivo (las cifras y los hechos están a la vista de quien desee analizarlos), carecían de arraigo y en algunos casos, de la simpatía de la mayoría.
Con Oscar Cantón, se presenta la oportunidad de que el estado sea encabezado por alguien que conoce su problemática como pocos y se identifica con el pueblo. Se tratará de que MORENA sólo incluya aspirantes con posibilidad reales y él las tiene; muchos aspiran y es legítimo, pero pocos pueden; se cuentan con los dedos de una mano y sobran.