Los jóvenes están construyendo el Futuro de México
Cuando una persona critica uno de los programas estrellas de este gobierno, tal y como es Jóvenes Construyendo el Futuro, diciendo con mucho desplante y prepotencia “es que se le regala dinero a los ninis” lo que revela es que no ha entendido nada sobre el funcionamiento del mismo. Es un orgullo para nuestra generación que hoy gobierne un hombre cuyo proyecto político piensa y trabaja por los jóvenes y en un futuro lejos de las armas y la guerra y que, además, lo esté logrando con tan rotundo éxito. Prueba de ello es el anuncio que la STPS hizo sobre los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo: la tasa de desocupación juvenil en México es de 5.6%, la más baja en los últimos 16 años. ¡Esto quiere decir que la gran mayoría de los jóvenes entre 15 y 29 años están ocupados en una actividad productiva!
Ahora bien, ¿qué es y cómo funciona el programa?
Jóvenes Construyendo el Futuro busca brindar oportunidades de empleo y capacitación a jóvenes de entre 18 y 29 años que no estudian ni trabajan.
El programa funciona de la siguiente manera: las empresas y organizaciones se registran para participar y ofrecen espacios de aprendizaje a los jóvenes interesados en su área de trabajo. Los jóvenes pueden registrarse en línea y elegir el lugar y el tipo de capacitación que desean recibir. Si son seleccionados, recibirán una beca mensual de 4,310 pesos mexicanos para apoyarlos en su formación.
Los jóvenes no son empleados de las empresas donde reciben su capacitación, sino aprendices. Durante el programa, recibirán capacitación teórica y práctica en su área de interés, lo que les permitirá adquirir habilidades y experiencia laboral para mejorar sus oportunidades de empleo a largo plazo. No sólo eso, también gozarán de prestaciones de seguridad social, tal y como lo marca la ley.
El programa tiene como objetivo reducir el desempleo juvenil y brindar oportunidades a los jóvenes que han abandonado sus estudios o tienen dificultades para encontrar trabajo. Además, fomenta la colaboración entre empresas y jóvenes para construir un futuro más próspero y sostenible en México.
Mientras para Felipe Calderón los jóvenes éramos “daños colaterales” como los asesinados en Villas de Salvárcar en Ciudad Juárez o en Allende, Coahuila para Andres Manuel López Obrador son sujetos de derecho, libres en potencia y una obligación de Estado apoyar y promover. No se les regala nada, todo se lo ganan con el sudor de su frente. Basta ya de denigrarlos y empecemos por reconocerlos lejos de la violencia y la agresión propios de los tiempos en los que gobernaba el narcotrafico.