Sentado se murió y no se dieron cuenta
CANDELARIO FALLECIÓ DESDE LA MAÑANA A LAS PUERTAS DE SU CASA, LAS PERSONAS PASABAN Y NO SE PERCATABAN.
HUIMANGUILLO. “Era costumbre ver pasar a don Candelario desde las seis de la mañana, con sus botas de hule y su mochila al hombro, siempre andaba buscando una ‘chambita’ el viejo y vivía sólo; lo vi sentado por la mañana, por la tarde que regrese seguía igual, me acerque y vi que no respiraba”.
Anime Ulloa fue la persona que se percató que su vecino, un hombre de 70 años, murió sentado en una silla en el ejido Huapacal; la edad y algunas enfermedades reclamaron la vida del longevo hombre cuya muer
te había pasado desapercibida.
“Eran las seis de la mañana y como de costumbre frente a mi casa pasó ‘Don Cando’, -buenos días vecina-, me dijo, le conteste lo mismo, tengo entendido que iba a trabajarle al señor Alejandro, pero no llegó el material y se regresó, en el camino se quedó con tres personas más de la misma edad y se pusieron a tomar.
YA NO DESPERTÓ
Minutos después la mañana salió por la compra de víveres y observó a Candelario sentado en una silla, sólo un paquete de galletas tenía sobre sus piernas y su mochila a un costado, quiene lo conocían pasaban junto a él y le daban los buenos días, pero
no respondía.
Así habían pasado más de 7 horas cuando la mujer regresó a casa, antes de llegar saludo a varios vecinos que iban en sentido opuesto y que seguramente también se habían encontrado a Cando, al pasar ella frente a él vio que seguía en la misma posición a como lo observó por la mañana, así que extrañada se acercó.
“Tenía los labios morados, ojos entre abiertos y no respiraba, me espanté, estaba seguro que estaba muerto”, dijo a las autoridades que por la noche llegaron a la alejada comunidad para levantar el cuerpo el viejo campesino que murió sólo, sorprendido con la muerte mientras se tomaba un par de copas.