El TEPJF quiere mujer, pero…
1. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación pretende imponernos a la Cámara de Diputados un criterio arbitrario y discrecional: el INE debe ser presidido por una mujer.
2. Me explico: el citado tribunal, sin tener facultades para intervenir en la atribución exclusiva de la Cámara de elegir a los consejeros electorales, se arrogó el derecho de anular la convocatoria para elegir cuatro consejeros electorales, emitida por el pleno de la Cámara de Diputados, por unanimidad.
3. Fue en diciembre del año pasado que anuló la convocatoria aprobada, reitero, por unanimidad del pleno representado por todas las fuerzas políticas del país. No se conformó con ello, lo hizo no sólo careciendo de facultades para intervenir, sino atropellando todo debido proceso. No respetó el derecho de audiencia, tomó como base un documento apócrifo y por si no fuera suficiente, diferente al aprobado por unanimidad del pleno de la LXV legislatura de la Cámara de Diputados.
4. Los integrantes de la citada Cámara optamos por la prudencia y emitimos una nueva convocatoria. Una vez aprobada por unanimidad la nueva convocatoria, el Tribunal Electoral nuevamente intervino ilegal y arbitrariamente pretendiendo imponer el criterio de que quien presida el órgano electoral a partir de abril de este año, debe ser mujer.
5. No tenemos ninguna objeción en que una mujer pueda encabezar el INE. El problema radica no sólo en la falta de atribuciones del tribunal multicitado, sino en el hecho de querer imponer un criterio de “alternancia de género” inexistente en el marco constitucional y en el marco legal vigente en el país. El Tribunal Electoral -sin considerar que en el mandato de diciembre anularon la primer convocatoria-, pudo haber establecido su oscuro criterio respecto a quien debería presidir el órgano electoral pero no lo hizo.
6. No hay duda que debemos avanzar en la equidad y en la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres. La Cámara de Diputados respeta plenamente la paridad y avanza en la igualdad sustantiva. El TEPJF es candil de la calle y oscuridad de su casa, pues de cinco ministros integrantes del pleno, cuatro son hombres. Ello sin contar que destituyeron de la presidencia a la única mujer integrante de ese colegiado.
7. El Tribunal Electoral ha montado una campaña de desinformación perversa, planteando que en la Cámara de Diputados nos oponemos a que una mujer presida el INE. Nada más lejano a la realidad. El pleno de la Cámara recibirá cuatro quintetas para sustituir a cuatro consejeros electorales. Dos quintetas son de hombres, una de mujeres, lo que dará como resultado que el próximo pleno del Instituto Nacional Electoral tenga cinco mujeres y cinco hombres en su integración logrando la paridad plena.
8. Habrá una cuarta quinteta de integración mixta, es decir tres mujeres y dos hombres. De estas personas, el pleno de la Cámara decidirá a la más capaz para encabezar al órgano electoral sin importar su género.
9. Vale señalar que las quintetas que recibirá el pleno de la Cámara de Diputados las integrará un Comité Técnico de Evaluación creado por mujeres y hombres de prestigio público y compromiso democrático.
10. En este marco, la consejera Electoral Carla Humphrey pretendía presidir el INE. El pleno del Tribunal Electoral tan promotor de las mujeres, decidió que debe ser mujer la que presida el órgano electoral, pero que ésta no será la consejera Humphrey.
11. Bajo el argumento de que la reelección no es permitida -el actual e indefendible presidente del órgano electoral, Lorenzo Córdova, es producto de una reelección-, determinó por cuatro votos en favor y uno en contra, dejar a Humphrey fuera de toda posibilidad de presidir el INE. Existía el precedente de que un integrante del órgano electoral fuera elegido presidente siendo miembro del Consejo Electoral e incluso se le amplió el mandato -el oprobioso Lorenzo Córdova-. A pesar de ello, el reclamo de la citada consejera fue desestimado.
12. El Tribunal Electoral está integrado por una pandilla de canallas. Francamente considero que el criterio usado de la no reelección para cerrar el camino a
Humphrey es inaplicable; sin embargo por esas cosas extrañas de la vida, a veces, sin pretenderlo, el citado tribunal hace justicia.