AMLO y Juárez, amor a México
Un 21 de marzo de 1806, nace en Guelatao, Oaxaca, un niño indígena zapoteca que llamarían Benito Juárez García. Un niño más de los millones de mexicanos que vienen a la vida en medio de pobreza, marginación y discriminación.
Pero Benito sería diferente y su destino lo marcaría como el mexicano más extraordinario de toda la historia. Sus carencias y adversidades le forjaron un temple y carácter heroico. Su voluntad lo llevó al estudio y al servicio público. Y su amor a la tierra que lo vió nacer, con toda su vasta cultura y tradiciones, lo hicieron un patriota mexicano con humanismo universal.
La defensa de la República Mexicana en contra de invasores extranjeros; el respeto y apego personal a la ley y al estado de derecho; su inflexible lucha por la justicia, sobre todo a favor de los pobres, de los explotados de siempre; su austeridad, humildad y honestidad brillaron en cada acción de su fructífera vida que lo llevó hasta la Presidencia del país. Benito Juárez García demostró al mundo que de la sencillez profunda de la sierra zapoteca puede emerger un gran estadista que sirvió y defendió a su pueblo en los momentos más aciagos de la patria. El futuro de libertad e independencia de la naciente nación estuvo en sus manos y la condujo con fuerza y convicción venciendo todas las resistencias y los obstáculos, internos y externos.
En aquella época las resistencias fueron de malos mexicanos, conservadores ideológica, política y económicamente. Querían eternizar el desprecio al pueblo esforzado y trabajador, después de una conquista española de tres siglos. Deseaban implantar un modelo de explotación fincado en el saqueo de la riqueza nacional en beneficio de unos pocos y en provecho de potencias foráneas, que utilizaban a estos conservadores mexicanos como súbditos y cómplices.
Jamás imaginaron la fortaleza moral y política de Benito Juárez García, que los enfrentó y triunfó sobre ellos con talento, congruencia, patriotismo, liderando a su pueblo para hacer historia aquí y en el mundo.
Y hoy, al conmemorar su natalicio, es momento oportuno de recordar la enseñanza del Juarismo. Ese Juarismo que guía las acciones del Movimiento de Regeneración Nacional de Morena, y de Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México.
La lucha de AMLO es la misma de Juárez: Potencias extranjeras intervencionistas que piensan y actúan como dueños del mundo, de los recursos naturales de los pueblos soberanos.
Y conservadores criollos que traicionaron a la patria por unas monedas, creyendo que son raza superior al pueblo sabio y profundo y anhelan un gobierno que mantenga sus fueros y privilegios. Son genocidas sociales, contemporáneos a lo peor de la escoria histórica.