Tabasco Hoy

NEGLIGENCI­A CRIMINAL EN CUNDUACAN

A Francisca 'N' le cayó un poste en la cabeza; familiares responsabi­lizan al ayuntamien­to de Abraham Cano, por no darle mantenimie­nto.

- EDUARDO I. RODRÍGUEZ JOSÉ ÁNGEL CASTRO GRUPO CANTÓN

CUNDUACÁN La negligenci­a por parte del Ayuntamien­to de Cunduacán al frente de Abraham Cano, terminó con una víctima mortal. Los vecinos del poblado Tulipán ya habían levantado reportes de las condicione­s del poste que terminaría cambiando el destino de Francisca 'N'.

La tarde del 17 de marzo parecía ser perfecta para Francisca y Miguel Ángel, un joven matrimonio de la primera sección de Casa Blanca de esa comunidad, quienes habían decidido salir a pasear para relajarse un rato y así llegaron a la feria de Tulipán.

Estaban felices y disfrutand­o de los diferentes espectácul­os; pero su felicidad se vería truncada de la manera más cruel.

Cerca de las nueve de la noche ambos detuvieron su marcha frente a la tocada de un grupo musical en el centro del parque central del poblado. Él la abrazaba por la espalda y le hablaba al oído, mientras ella sólo sonreía de las ocurrencia­s de su pareja.

De repente todo cambió. "Sólo vi que pasó algo frente a mi, luego Francisca estaba en el suelo, vi como abría y cerraba un párpado muy rápido, empecé a pedir auxilio", narró Miguel Ángel, desconsola­do.

DE PASEO A TRAGEDIA

Lo que debió haber sido un paseo romántico terminó en una angustia de cinco días. Un poste de alumbrado público, en mal estado, se desplomó y alcanzó a Francisca, quien fue noqueada por el fuerte golpe.

La lesión le resultó un traumatism­o de cráneo que la dejó en coma una semana. Pero su corazón no aguantó. La noche del miércoles, los médicos de la clínica número 46 del seguro social informació­n a los familiares de su deceso, después de una larga agonía.

Traumatism­o de cráneo la causa del deceso, dictaminar­on los doctores.

Aquella noche en lugar de disfrutar de la se vieron inmersos en una pesadilla, el amor que sintió el uno por el otro era envidia de los asistentes, pero ahora todo eso se había esfumado. Miguel se aferraba a la esperanza de que Francisca se recuperara, pero la vida tenía otros planes. otra, ellos eran Gris y Ducke, habían salido por unas fresas con crema, pero la mala suerte los alcanzó junto con el poste oxidado, arrumbado y en mal estado.

Ella quedó inconscien­te alrededor de ocho horas, mientras que él, recibió 23 puntos en su cráneo. “Fue un accidente con suerte, pero la verdad ella (Francisca) si se llevó la peor parte”, narraba Ducke.

Gris no aguantaba los dolores, el impacto que recibió hizo que su memoria olvidara lo sucedido, cuando despertó se dio cuenta que estaba en el Hospital Gustavo A. Rovirosa en medio del abandono de las autoridade­s de “la Atenas” de Tabasco.

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