Desalojan campamento migrante
El Heraldo de Juárez
CIUDAD JUÁREZ. Ayer se desató un enfrentamiento durante el desalojo de un campamento de migrantes, la mayoría de ellos venezolanos, que estaba a orillas del río Bravo en la ciudad fronteriza de Juárez. El saldo fue de dos agentes de migración lesionados.
El desalojo fue a solicitud de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, que pedía retirarlos de esta zona por considerarla de alto riesgo de incendio debido a las fogatas que los migrantes encienden cerca de las casas de campaña para mitigar el frío que se registra en la zona.
En el operativo de desalojo participaron agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y Estatal, así como la Guardia Nacional, acompañados por personal del Instituto Nacional de Migración, Consejo Estatal de la Población, Protección Civil Municipal y del Estado.
Del lado estadounidense de la frontera, decenas de agentes de la Patrulla Fronteriza, el Departamento de Policía de El Paso y la oficina del Sheriff permanecieron a la expectativa del desalojo.
Los más de 600 migrantes se negaron a ser movidos de ahí para ser llevados a los albergues. “No nos vamos a mover, por la fuerza no, de aquí no nos vamos".
El operativo ocurrido la mañana de ayer, comenzó cuando los agentes migratorios tomaron las casas de campaña para subirlas a unos camiones, lo que desató el enojo de los migrantes, quienes comenzaron a agredir a los oficiales.
Desde lo alto del bordo del río, los migrantes comenzaron a arrojar piedras, golpeando a un agente en la cabeza y lesionado a otro en una pierna. Los agresores fueron detenidos.
Algunos de los migrantes gritaban ser del ejército bolivariano o de Migración de Venezuela, alegando conocer sus derechos. Otro grupo de extranjeros comenzaron a quemar las carpas, pero los bomberos lograron sofocar los incendios.
Finalmente algunos venezolanos accedieron a ir a los refugios.
Otro de los afectados fue Óscar Delgado, migrante venezolano que decidió abandonar el cause del Río Bravo, después que por la fuerza los movieran del lugar, a pesar de querer mantenerse en el sitio. “Daré mi voto de confianza, ya que se nos ha dicho que nos llevan a otros lados, para deportarnos y no a los albergues, pero voy a confiar que estemos en los refugios mientras sigue nuestro proceso allá” subrayó Delgado.
Algunos
migrantes arrojaron piedras y golpearon a un agente de Migración en la cabeza y a otro en una pierna. Los agresores fueron detenidos
casas de campaña