Experiencia DOLOROSA
CONSUELO DUVAL nos confiesa que por un tiempo vivió con el coraje de no tener a su mami, quien murió cuando ella tenía tan sólo dos años
Consuelo Duval se considera a sí misma una “hija de su madre”; aparte de confirmar que entrará a sustituir a Susana Dosamantes en la puesta en escena del mismo nombre, admitió que en distintas circunstancias de su vida ha tenido que sacar ese carácter para salir adelante, como por ejemplo, cuando debió vivir sin el consejo, amor y compañía de su madre, Consuelo Vidal, quien murió cuando ella tenía apenas dos años; y después, cuando el padre de sus hijos, Michel y Paly, decidió irse de su lado sin previo aviso. “SI VEO UNA INJUSTICIA, ¡ME SALE LO TLATELOLCA!” ¿ Qué representa esta obra en tu carrera? Me da mucha ilusión. Es un gran reto convivir y compartir el escenario con actrices de la talla de Patricia Reyes Spíndola, Lourdes Munguía, Aylín Mujica y Gina Varela, que son muy guapas y talentosas.
¿ Por qué aceptaste el proyecto?
Porque tenía muchas ganas de hacer teatro, de tener de cerca al público, sentir sus corazoncitos, sus sonrisas, y porque admiro a las compañeras con quienes voy a trabajar.
¿Cómo se llamará tu personaje?
Candela, y es una mujer muy rica, felizmente casada, pero muy distraída, tanto que no se da cuenta de que su esposo la está engañando con cinco.
¿Eres una hija de tu madre?
¡Soy una rejija de mi chin... madre! Me lo he demostrado muchas veces.
¿Cuándo?
La saco constantemente, sobre todo cuando se meten con indefensos, ¡no lo puedo soportar! Soy justiciera. Si veo a un papá pegándole a un niño o alguien maltratando
a un perrito, saco el coraje y a la tlatelolca que llevo dentro. Me he agarrado a fregadazos, pero no permito una injusticia. “SAQUÉ LOS GENES DE MI MAMÁ QUE NUNCA CONOCÍ” ¿En qué otras circunstancias has sacado el coraje? Desde siempre. Salí adelante con dos chamacos de tres y dos años, cuando el papá decidió irse por cigarros y nunca volvió. En ese momento tuve que sacar los benditos genes de mi mamá que nunca conocí, pero soy una hija de mi madre, padre y de la chin... ¿Qué recuerdos tienes de tu mami? Nada. Tenía dos años cuando murió. Por más que he tratado, no logro recordar nada. ¿Nunca te dio curiosidad saber más de ella? Sí, quería saber por qué se había muerto, de qué. Me enojé un rato con ella, quería tener mamá para que me mandara a las tortillas, para que me pusiera a hacer mi tarea, para que me regañara... Quería ser como las otras niñas y no podía. El mundo de- bería de dividirse entre los que han tenido madre y los que no. ¿Te dio miedo ser madre? Claro, es el mayor miedo que tuve en mi vida, sacar adelante a dos chamacos, y lo logré. ¿Ya quieres ser abuela? ¡No, para nada! Espérense, no, todavía no es tiempo. Pero sí voy a ser una muy mala abuela, pésima, prometo que los echaré a perder, los haré unos diablillos.