¡TREM ENDO SUSTO!
A CELINA DEL VILLAR, esposa de BENNY IBARRA, le detectaron un nódulo en el pulmón derecho con enormes posibilidades de ser maligno
Alos maratonistas también les puede dar cáncer. Celina del Villar siempre ha llevado una vida sana: corre, se alimenta adecuadamente y no tiene vicios. Jamás había sentido algún síntoma que la hiciera creer que podría pisar el quirófano de emergencia. Fue después de comenzar a sentir cansancio anormal que decidió practicarse un chequeo médico, y el resultado fue una gran sacudida. Hace un mes se puso en manos de especialistas para operarla de un nódulo en el pulmón derecho con altas posibilidades de ser maligno.
“ME QUITARON PARTE DEL PULMÓN” ¿Cómo te encuentras?
Afortunadamente bien. Hace cuatro semanas entré al quirófano porque días antes me detectaron un nódulo en el pulmón derecho con altas posibilidades de que fuera cáncer, como si fumara tres cajetillas de cigarros al día.
Eres una persona que siempre se ha preocupado por su salud...
¡Imagínense una sacudida de esas! Soy maratonista, no fumo, me porto bien...
¿y por qué no? Un nódulo y algunos ganglios inflamados.
¿Tuviste algún síntoma?
Nada. No tosí o sentí algo que desatara alerta. De repente me cansaba, tenía un poco de anemia... Pensé que era por eso, pero no había manera de que algo me dijera que traía esto en el pulmón.
¿Qué fue lo que te hicieron?
Supe un viernes, y al siguiente miércoles entré al quirófano. Por fortuna todo salió muy bien. Me quitaron parte del pulmón, como del tamaño de un puño, y ahora estoy llena de grapas por dentro. Todo salió negativo. Bien dicen que “hierba mala nunca muere”.
“BENNY SE PORTÓ A LA ALTURA: FUERTE, CON MUCHO APOYO” ¿Cómo lo viviste?
Estuvo muy rudo, tanto física como emocionalmente para todos. Mi familia y gente cercana estuvieron al pie del cañón, y gracias a la vida sana que llevo pude estar a los dos días fuera del hospital, a la semana trabajando, y a las tres semanas de vuelta en el gimnasio.
¿Qué les dijiste a tus hijos?
Lo manejé con la verdad, tal como era. Me costó un poco con María porque no vive en México, y a la distancia cuesta mucho trabajo; además, no quería asustarla y mucho menos mentirle. Les dije a ella y a Mateo las cosas de una manera sutil, sin ocultarles nada. Como me vieron recuperada, se les quitó el susto rápido.
¿Así de fuerte lo viviste siempre?
No, no soy la supermujer. Me doblé, lloré... Me dio mucho miedo, y todo eso también lo vieron mis hijos.
¿Y Benny?
Se portó a la altura: fuerte, con mucho apoyo, mandando toda la buena energía. Salía del teatro y se iba a “dormir” conmigo, porque no lo hacía. Temprano, se bañaba en el hospital, iba a dar función y regresaba a cuidarme.
¿Cuál fue tu mayor miedo?
Que el resultado fuera positivo. Tener cáncer de pulmón no es cualquier cosa; te pasan pensamientos fatalistas que quieres erradicar y no puedes, hasta que te das cuenta de que lo debes asimilar y después dejar ir. Respiré hasta que me dijeron que no.
¿En qué consistirá la recuperación?
Medicamento. Es un tratamiento largo y tedioso.
¿Qué aprendizaje te deja esto?
Que celebrar la vida es cuestión de todos los días. Les pido a las personas que le hagan caso a su cuerpo, deben conocerlo, hacer ejercicio y evitar vicios. Estoy convencida de que eso me tiene aquí ahorita y no en una cama tirada, deprimida y adolorida.
No soy la supermujer; me doblé, lloré... Me dio mucho miedo y eso lo vieron mis hijos