“¡HA HECHO COSAS MUY ENFERMAS CON HOMBRES Y NIÑOS!”
En exclusiva, GINNY HOFFMAN recapitula su tormentosa vida en pareja con Héctor “n”, vinculado a proceso en prisión; pese a todo, su hija ALEXA dice: “Sí lo perdonaría”
Elmartes 15 de junio, Héctor “N” fue detenido y trasladado al Reclusorio Oriente por presunto abuso sexual en contra de su hija Alexa, procreada con la actriz Ginny Hoffman. Un día después se llevó a cabo la primera audiencia del caso, y el día 17, madre e hija ofrecieron una conferencia con sus abogadas, Olivia Rubio y Brenda Sotuyo. Ahí, Ginny detalló que desde hace cuatro años la joven no ve a su padre por petición propia; Alexa, por su parte, expresó entre lágrimas que los abusos de su papá comenzaron desde que ella tenía tan sólo seis años. Al término de la rueda de prensa, paralelamente a lo cual trascendió públicamente que el abogado Alonso Beceiro se deslindó de la defensa de Ginny Hoffman y su hija por irregularidades (presunto tráfico de influencias a cargo del diputado Sergio Mayer), la actriz compartió en exclusiva con TVyNovelas cómo fue la relación con el padre de su hija, en cuya defensa salió Daniela, fruto de su primer matrimonio. Revela que el actor tenía conductas extrañas, y narró, por primera vez, cómo se percató de las preferencias sexuales de Héctor “N”. Justo al cierre de esta edición, se dio a conocer que él fue vinculado a proceso, mismo que enfrentará en prisión. “El juez encontró suficientes pruebas para tomar esta determinación”, expresó una de las abogadas de la víctima. La investigación complementaria tiene un plazo de 45 días, tiempo que el actor deberá permanecer en el Reclusorio Oriente. Y hubo reacciones al respecto...
“ADENTRO DE SU CASA ERA UN HOMBRE QUE HUMILLABA” Ginny, ¿qué sentiste al ver a tu hija desahogarse y llorar durante la conferencia de prensa?
Como mamá no hay dolor más grande que el hecho de que te toquen a un hijo, y me dolió el alma verla así... Se desmoronó. Ella no llora de esa manera, se guarda las cosas, pero ese momento fue muy liberador para ella.
¿Cómo ha sido el proceso que has vivido con ella a partir de lo que sucedió?
El día que me enteré fue un shock; aunque me lo platicó por encimita, fue terrible. Yo decía: “No puedo creer que haya pasado esto, ¡es una pesadilla!”. Y por supuesto que le creí, no sólo por ser mi hija, sino porque además es una niña noble, honesta, buena... Ella no permitiría una cosa que no fuera verdad, jamás dice una mentira ni hace cosas de las que no esté de acuerdo. Por eso me duele cuando dicen que hay una manipulación de mi parte, que existe una alienación parental... que la expuse a los medios, cuando fue decisión de ella, porque cuando decidió destapar esto públicamente, para mí también fue muy difícil. Ha sido un proceso larguísimo, pero en especial desde agosto del año pasado, cuando mi hija decide hablar y él (Héctor “N”) decide dar declaraciones. De ahí para acá ha sido muy desgastante.
¿Cómo era tu relación con Héctor “N”?
Cuando Alexa me decía que había bloqueado todo lo que vivió con él, yo decía: “¿Cómo no se puede acordar de todo lo que sucedió?”, pero a mí me pasó igual: no me acuerdo de lo que viví con él, tengo todo bloqueado también. Mis amigas me dicen: “Nosotras veíamos cómo te trataba y te humillaba…”, y yo soy una mujer muy fuerte, pero me hacía sentir culpable y me manipulaba… Por ejemplo, siempre hablaba pésimo de la mamá de Daniela y me decía: “No me vayas a hacer lo que Erika, porque me dañó mucho, me quitó a mi hija”, y yo psicológicamente pensaba que no le podía hacer eso, aunque quería salir corriendo desde el primer mes que viví con él. Había un manejo de victimización de su parte, psicológico, y siempre pensaba: “No puedo hacerle eso a él, no lo puedo dejar”.
¿Cómo se comportó contigo cuando supo que iba a convertirse en papá de Alexa?
Viví el embarazo completamente sola. Él era una persona hiriente, aunque ante los medios de comunicación es muy simpático, agradable y chistoso. Eso fue lo que a mí me llamó la atención, porque empecé a salir con él por esa imagen, pero adentro de su casa era un hombre que humillaba... Me dejó sola en el embarazo, no había manera ni siquiera de que se acercara a tocarme la panza, con eso digo todo. Y cuando vino el parto también fue muy difícil: mi niña y yo estuvimos a nada de no librarla, estuve a punto de perder a mi bebé, y yo de perder la vida.
“VIVE CORTÁNDOSE LOS BRAZOS Y GRITA EN LAS NOCHES” ¿Te violentaba también físicamente?
No. Sólo una vez tuvo la intención; incluso agarró a mi hija como rehén, pero yo tomé el teléfono y le dije: “Me levantas la mano y en este momento le hablo a la policía”, entonces bajó a mi hija, porque la traía cargando, y se salió de la casa. Después llegó llorando con flores y diciéndome que lo entendiera, que estaba mal y que por favor no le quita
ra a su hija, mil cosas... Y otra vez caí, pensé: “¡Pobrecito! Es cierto, necesita ayuda”.
Aparte de esto, ¿viste cosas raras en él?
Sí, tenía actitudes bastante raras, ideas extrañas; de repente me dijo que quería poner un cuadro con monjes sin cabeza en la sala, y le dije que mientras yo viviera ahí no iba a poner eso. También es un hombre que se la vive cortándose los brazos. ¿Por qué? No lo sé, pero incluso tiene entre cicatrices y costras. Además, grita en las noches, y recuerdo que eso me asustaba horrible, me daba pena con los vecinos. Había noches que gritaba y gritaba: “¡Ahhh!”, y en el momento que se despertaba lloraba de la risa. Ahora que mi hija está con psiquiatras, en algún momento logré platicar con uno y me dijo que esas actitudes son las que manejan este tipo de psicópatas: el envolverte y ser simpáticos, de “yo soy lindo, no soy malo; tú eres la que me estás haciendo daño, no seas así, pobrecito de mí”, se victimizan.
En el plano sexual, ¿cómo era?
Esas cosas son muy privadas, pero todo en la relación estaba mal, ¡todo! Cualquier persona puede decir: “¿Qué carambas hacías ahí?”, y efectivamente, pero estaba completamente manipulada, sintiéndome culpable.
Finalmente, ¿cómo decidiste dejarlo?
Porque ya era demasiada agresión psicológica, estar aguantando; era muy desgastante estar con él. Obviamente ya tenía antecedentes de sus preferencias, pero eso no tiene que ver en este caso ni con la comunidad LGBTTTI.
Entonces, ¿sabías que era bisexual cuando vivían juntos?
No, pero me habían dicho: “¡Aguas, porque lo hemos visto en esta situación!”. “¡Aguas, porque mi amigo, que es de la comunidad, ya me dijo que sí va por ahí…”.
¿Hablaste con él al respecto?
Sí, yo lo enfrentaba, le decía: “Cuéntame, ¿qué onda? ¿Qué quieres con tu vida? ¿Para dónde quieres ir?”, pero se ponía como loco y me decía que no era cierto, que quién sabe de dónde lo había sacado o quién me lo había dicho. Hoy entiendo que el hecho de que yo me hubiera enterado era algo que le cimbraba.
“LO ÚNICO QUE LE PIDO ES QUE ACEPTE LO QUE HIZO Y LE PIDA PERDÓN A SU HIJA” ¿Qué decisión tomaste al respecto en ese momento?
Traté de entenderlo y de creer en él, porque la manera en que te envuelve es impresionante, pero empecé a encontrar cosas en sus libretas... Yo alucino revisar; sin embargo, en una ocasión que lo estaban buscando para un proyecto y no contestaba en su celular, recordé que en su agenda tenía el teléfono del hotel donde se estaba hospedando... Y sí, encontré el teléfono, pero también empecé a ver recaditos, cositas y demás con nombres de hombres.
¿Qué hiciste?
Cuando llegó lo enfrenté, y nuevamente me lo negó, pero al día siguiente llegó un mensaje a su celular y efectivamente era de otra persona del mismo sexo, entonces ya no había nada qué confirmar. Independientemente del maltrato psicológico y de sus preferencias sexuales, yo ya no podía estar con él, no soportaba estar a su lado.
Tal vez de ahí viene el patrón de su conducta…
No puedo decir mucho, pero sí hay cosas muy enfermas que ha hecho, y no nada más con hombres, también con mujeres y niños.
¿Hay otras víctimas menores?
Lo hablo por mi hija; es decir, hombres, mujeres, niñas y otras cosas.
Aparte de tu hija, ¿ hay más niñas afectadas?
No sé, no puedo confirmar nada.
Con todo esto, ¿lo has perdonado?
Hoy no, no puedo, pero necesito hacerlo, por mí.
¿Qué le dirías o le pedirías?
Lo único que le pediría, le suplicaría que le pidiera perdón a su hija. Que acepte lo que hizo, porque lo hizo, y le pida perdón.