“Mi primera vez fue... ¡cuando me casé!”

PRIMER JUGUETE:

Me Un luchador de plástico. mi padre encantaban las luchas, un lo sabía, así que me compró para que pequeño ring con luchadores jugara con mis hermanos.

PRIMER AMOR:

Mis padres, definitivamente. Pero si hablamos de besito y manita sudada, Rosita, que era maestra; nunca pasamos de eso. Yo estaba en la secundaria.

PRIMERA DECEPCIÓN:

Sin permiso de mis padres fui a un concurso de aficionados. Pensé que iba a ganar, pero votaron por una chava muy guapa y les valió que yo fuera un niño. Me pegó mucho en la autoestima.

PRIMER PRIMERBESO BESO: A los 17 años, con una muchacha de la CDMX. Me hpreguntaba si ya había besado y me chiveaba mucho; al final, sí me animé.

PRIMER TRABAJO:

A los seis años, en la película El camino de la vida, que obtuvo un premio en el Festival de Cannes. Lo que gané se lo di a mis papás.

PRIMERA TRAVESURA: Salir de mi mamá, y decir: “¡Ay, güey!” (risas).

PRIMER PLEITO:

Donde vivía eran muy comunes las peleas entre niños de la vecindad; los más grandes nos enseñaban. Un día me tocó pelear con un gran amigo; me sacó sangre, pero terminamos pidiéndonos perdón.

PRIMER NEGOCIO: Una oficina de recados telefónicos: “AlbaPhone”. Tenía un conmutador, la gente llamaba, yo anotaba los recados y luego los repartía. ¡No me fue bien!

PRIMER SUELDO:

En un concurso infantil de televisión. ¡Me gané 100 pesos! Mi padre no se los gastó; los enmarcó y los sigo conservando hasta la fecha.

PRIMER VIAJE: mi A Acapulco, a los nueve años, con lana abuela; ella era la que tenía más cuando de la familia. Todavía recuerdo él. conocí el mar y me enamoré de

PRIMERA CASA:

como a los 25 años, me compré una casa en una zona residencial. Me convertí en un naco con dinero; tenía alberca, y finalmente la vendí.

PRIMERA VEZ: Cuando me casé. Antes, los amigos querían pagarme “el bautizo”, pero al llegar con la chava le di el dinero para que dijera que sí, pero no pasó nada.

PRIMER ACCIDENTE: Cuando jugaba beisbol en la primaria; fue mi primera operación también. Recibí una pelota sin el guante, y me fracturé la mano.

PRIMER AUTO:

Uno bien viejito. Luego lo cambié por otro, y este por otro mejorcito... Hasta que en mi vanidad, cuando tuve lana, compré uno de superlujo.

PRIMER TROPIEZO: OPIEZO :

Cuando C una novia me confesó que no era “señorita”, y yo tenía otras ideas; me

Hdolió mucho cuando me lo dijo. Hoy me doy cuenta de que era una estupidez, un error pensar así.