PERO, ¿QUÉ DICE LA LEY?
Avarios periodistas, sus notas y opiniones, les han costado llegar a los tribunales. Para saber hasta dónde es el límite, acudimos con el abogado Alonso Beceiro, quien ha llevado diversos casos de figuras del espectáculo y del periodista Gustavo Adolfo Infante.
“La libertad de expresión sólo encuentra limitación al atentar contra derechos fundamentales de terceros como son: el honor, la dignidad o el derecho a la verdad.
“De esta forma, la libertad periodística encuentra su límite en la mentira o la injuria, es decir, hacer aseveraciones de alguien que lo desacrediten, pero sin tener pruebas. En ese caso ya no se está ejerciendo el derecho a la libre prensa, que es trasmitir de manera objetiva los hechos, y eso es motivo de demanda por los daños que esas mentiras o falta de pruebas ocasionan”, explicó el especialista.
En tanto, la abogada Alma Pellón, quien llevó el caso de Marjorie de Sousa en contra de Julián Gil por la patria potestad y manutención de su hijo, reifirió: “Todos tenemos un círculo de acción público y uno privado, aun los famosos. Por ejemplo, yo tengo una vida pública como abogada y de eso pueden publicar (los medios) lo que quieran, pero en mi vida privada como mujer y madre, no pueden meterse, como tampoco deben meterse con la vida privada de un famoso. Los medios no pueden inventar, calumniar ni poner adjetivos calificativos. Realmente los límites (en la libertad de expresión) se resumen en ser decentes”.
El abogado de Gabriel Soto e Irina Baeva -el cual lleva el proceso legal que la pareja interpuso en contra de Laura Bozzo por daño moral-,explicó que muchas veces los medios de comunicación se exceden en su derecho de informar “y llegan a lesionar psicológicamente al famoso, hay casos en los que lucran con la enfermedad de un hijo o de un familiar y lo hacen con el único fin de vender…”. En su opinión, “la libertad de expresión tiene un límite y lo establece la propia constitución, el artículo sexto constitucional señala que no se deben afectar derechos a de terceros, es decir, no se puede ejercer un derecho a la libertad de expresión violando el derecho a la intimidad”, destacó.