“GANÉ AMOR PROPIO”
SHANIK ASPE revela los desafíos de la maternidad y cómo ha cambiado su percepción de la belleza ahora que es madre de dos pequeños
Ser mamá de Carlotta y Valentino ha sido lo mejor que le ha pasado en la vida a Shanik Aspe, la conductora que le dio un vuelco a su carrera después de la maternidad, pues ahora evalúa con mayor recelo los proyectos televisivos que le ofrecen los productores. En 2020, cuando el mundo enfrentaba la pandemia del COVID-19 sin vacunas, la artista trajo al mundo a su primera hija: Carlotta; tres años después, en julio de 2023, vino su segundo hijo, al que llamó Valentino.
“Ha sido una maternidad completamente diferente, por ahí una amiga me había dicho que nunca podía comparar porque nada es igual en la vida, ni en el tema de los hijos. Eso es cierto, para empezar, Carlotta nació en la pandemia y yo era primeriza, entonces se juntaron muchas cosas: la incertidumbre, el estar sola en el posparto, todo el tema de la lactancia, cómo enfrentarlo, esos miedos…, porque cuando nacen los niños parece que la culpa viene incluida”, compartió Shanik a TVyNovelas.
Para la también cantante, la experiencia adquirida en su primer embarazo le ayudó a superar las inquietudes acerca de los bebés. “Con Valentino, al ser el segundo, tuve mucho más conocimiento de lo que me esperaba, para la lactancia me preparé no sabes de qué forma, investigué en YouTube, en internet, todo lo que podía utilizar para que no me doliera tanto, ya había tomado muchos cursos del sueño, de la lactancia y entonces lo tenía súper fresco…
Además, como ya no había pandemia, pude disfrutar a mi mamá, porque para ella fue bien complicado tener una nieta y no poder estar ahí, y ya con el varoncito me acompañó desde el día uno y fue más llevadero ese proceso, desde el baby shower, que viniera la familia, las amigas, todo lo he vivido de una manera diferente, entonces ha sido muy bonito”.
“ME TENGO QUE PEGAR A MI BEBÉ CADA TRES HORAS”
Shanik reveló que la maternidad le ha enseñado a ya no preocuparse tanto por el mañana y a disfrutar cada momento de la vida: “Desde el momento que tuve a Carlotta pensé que era la primera y última vez que iba a tener un bebé recién nacido en mis brazos, y con Valentino me está pasando lo mismo, por eso me lo como a besos, agarro sus cachetitos, sus manitas, se las analizo, porque sé que en un mes no las va a tener igual”. Lo más difícil, hasta ahora, para ella, ha sido la lactancia: “Yo sé que es hermosa, pero he tenido mil desafíos porque lo intenté de mil formas y nunca he podido usar un extractor, enton ces, me tengo que pegar a mi bebé cada tres horas y eso ha sido algo complejo porque con Carlotta había pandemia y no podía ir a ningún lugar, pero con Valentino ha sido más complicado por el proyecto de Reinas de corazones, la vida sigue, la gente sale, y me las he ingeniado porque si le di pecho a Carlotta durante un año voy a hacer lo imposible para que con Valentino pase lo mismo”.
Afortunadamente, en esta nueva etapa, ha estado siempre cobijada por su esposo, el abogado Mauricio Odiardi: “Siempre digo que la decisión más difícil no es si tienes hijos o no, sino con quién los tienes, porque la pareja que escojas determina tu paz, tu tranquilidad y tu
estabilidad emocional. Entonces, valoro tener un esposo presente, si tengo show, por ejemplo, me lo lleva (a Valentino) y le doy pecho en el estacionamiento”.
Para Shanik, hoy por hoy su prioridad son sus hijos y no perderse ningún momento con ellos. “Lo que pasa es que ser mamá es un regalo y por eso busco tiempo para estar a su lado, todos los días, por ejemplo, llevo a Carlotta al colegio, le leo un cuento, la duermo…”.
“NO HAY NADA COMO SER LA MEJOR VERSIÓN DE UNO MISMO”
Aunque vemos a la conductora con una figura envidiable, aun después de haber dado a luz a dos pequeños, la realidad es que lucir así ha sido una tarea de constancia. “La verdad, con Carlotta me tardé un poco más en regresar a mi cuerpo por lo mismo, la lactancia hace que te dé mucha hambre, por eso regresé (al ejercicio) hasta que dejé de lactar, y mi cuerpo empezó a tonificarse más rápido”.
Pese a que se cuida mucho para verse siempre bien, ya no se preocupa por los estereotipos de belleza: “Pienso que no hay que compararnos con nadie, porque abres Instagram y ves unas mujeres espectaculares, y tal vez se han operado, yo no me quiero operar, por eso no hay nada como ser la mejor versión de uno mismo. Muchos años de mi vida me sentí presionada, pensaba que tenía que ser la más guapa… y era muy desgastante porque siempre había alguien mejor, pero ahora creo que gané amor propio, que antes no lo tenía. Y tal vez no sea la más bonita y está bien, veo una mujer hermosa y lo aplaudo. Me quité el peso de querer ser como los demás.
“Vivir en competencia es muy complicado, no pasa nada si tienes arrugas, es parte de crecer, de madurar, de respirar; también influye que tengo una pareja que me ve siempre bonita, aunque no tenga maquillaje y luzca con ojeras”, concluyó.
Muchos años de mi vida me sentí presionada, pensaba que tenía que ser la más guapa”