“QUIERO MORIR EN EL ESCENARIO”
Fiel a su estilo, ALEJANDRO CAMACHO revela cuál es la situación con la que quisiera despedirse de este mundo
Recientemente Alejandro Camacho terminó las grabaciones de la telenovela Minas de pasión y a menos de un mes de acabada dicha telenovela, el actor ha iniciado ya las grabaciones del nuevo melodrama de Televisa: Marea de pasiones, con lo que deja claro que su trabajo en pantalla es garantía de éxito para los productores. “Lo único que lo avala a uno es el trabajo, el compromiso profesional que tengo con quien me da trabajo, pero sobre todo con el público, ellos nos hacen y nos deshacen”, confesó Camacho.
“MI PERSONAJE ES UN CERDO, ES UN TRAIDOR… PERSONALMENTE CREO QUE ES UN ASCO”
Si bien es cierto que su último personaje no fue un villano, en esta nueva producción dees mostrará porque uno de los más destacados malvados de los melodramas. “Mi personaje es un cerdo, es un traidor, es ladrón, es mentiroso, es mal amigo, es mal padre, traiciona a sus propios hijos, personalmente creo que es un asco, profesionalmente creo que es un personaje con unas dimensiones importantes a interpretar y lo estoy haciendo con mucha entrega y mucha pasión, y agradecido de compartir con gente joven y consagrada llena de profesionalismo”, detalló.
Para el actor, interpretar al malo de la historia tiene sus bondades, pues contrario a lo que se pensaría, el público lo quiere más como malo: “En mi carrera he tenido no sólo la oportunidad de hacer villanos, he hecho todo tipo de personajes, pero sí, siempre el reconocimiento del público me hace saber que les gustan mis villanos, es muy halagador, a mí jamás me agredió nadie, siempre la gente que se me acerca lo hace con cariño y respeto, yo para ellos trabajo, y espero seguir haciéndolo por mucho tiempo más”.
El gran reto que tiene ante sí el actor en cada personaje es hacerlo diferente, sin importar que tan bueno o malo sea.
“Son circunstancias y elementos que hacen que cada personaje sea diferente, hasta en los movimientos, el hablar, piensan diferente, no importa que el actor sea el mismo, ahí está nuestro trabajo, el hacer cosas que no le corresponden a uno, sino a quien uno le da vida, hay momentos en los que hay que respirar diferente y esto se hace gracias a la formación actoral que uno tiene”, explicó el histrión de melodramas clásicos como Cuna de lobos, Muchachitas e Imperio de cristal.
“TRATO DE LLEGAR A LOS PERSONAJES PARA EXPRESARLOS CON UNA TEATRALIDAD NATURAL”
Para Alejandro Camacho hay una ventaja que tiene sobre cualquier circunstancia que se pueda poner enfrente durante su labor, misma, de la que desea despedirse como pocos quisieran: “Lo interesante de mi trabajo es encontrar esos desafíos que no me pesan, la ventaja es que soy muy trabajador y trato de llegar a los personajes para expresarlos con una teatralidad natural, porque muchos me identifican en la televisión, pero yo vengo del teatro y ahí me voy a morir, en el teatro, en la tele o en el cine, con uno de esos retos en mi carrera”. Aunque podrían ser palabras tomadas a la ligera, la pasión que el actor tiene por su profesión lo tiene muy seguro de partir de este mundo mientras pisa un escenario. “Me encantaría morir como Molière, haciendo una escena dramática o una cómica,
porque independientemente de que hago villanos, hago mucha comedia, no de chistoretes, me gusta la de situación, no sólo hacerme el chistosito, y así en escena me gustaría irme”.
Me encantaría irme como Molière, haciendo una escena dramática o una cómica”