ENVEJECER ES NORMAL
Muchos famosos buscan preservar su juventud, pero en el camino unos son criticados y otros venerados
En el mundo de la farándula envejecer es un pecado y dirás tú: “Eso no es cierto”, pero la realidad es que sí, famosas y famosos están en contra de que pase el tiempo, pero no por una convicción personal, sino por un tema laboral y por el miedo a la crítica.
Así como las redes sociales han generado que la comunicación sea mucho más sencilla y eficaz, también es una realidad que hoy por hoy las redes sociales han generado que el insulto sea mucho más fácil y que cualquier persona que tenga acceso a un teléfono, sin conocer situación o contexto, pueda lanzar un comentario ofensivo, que incluso pueda terminar en suicidio como lo hemos visto en algunos casos; asimismo hemos sido testigos de que la nota roja ya se convirtió también en la nota de espectáculos, ya que sus protagonistas generalmente son famosos, especialmente los que están en los escándalos más fuertes.
TODO POR APROBACIÓN
Envejecer es un proceso normal y en otras culturas podríamos hablar de sabiduría; sin embargo, en la nuestra parece un pecado, entonces las famosas y los famosos hacen lo que sea por ir en contra de la naturaleza y del tiempo, desde bótox hasta demasiado "cuchillo" como le dicen, es decir, cirugía plástica, esto que tanto les critican es para buscar la aprobación y el aplauso del que viven.
Hoy es impresionante que en
2024 nos cuesta trabajo entender que el tiempo pasa, que nosotros cambiamos y que envejecer no es algo malo, sino natural, incluso un privilegio, ya que no todo el mundo puede llegar a ciertas edades.
SE HAN HECHO SUS ARREGLITOS
A nivel mundial veneramos a quienes se mantienen extraordinariamente guapas, como Jane Fonda, pero criticamos con violencia a Madonna, quien luce notoriamente distinta, quizá por operaciones o rellenos.
Vemos también a Lindsay Lohan o a Britney Spears que debido a la presión social frente a nosotros, ante los paparazzi y las cámaras tuvieron todo tipo de actuaciones desastrosas, incluyendo el raparse, que hoy se piensa que fue parte de una crisis de ansiedad.