JULIÁN NOS CUENTA QUÉ PASÓ:

“Un encuentro bonito, un poco corto para mi gusto, pero de verdad complacido por poder verlo. Es un proceso muy complicado. Todo estuvo bastante bien cuidado, elegante y con respeto para todos”. “Fue una hora, pero fue un momento único. Me lo comí a besos, le cambié su pañal y la muda”. “De alguna manera, la comunicación se está abriendo, poder verlo es un avance grandísimo. El lazo con un hijo es sangre a sangre, y eso pesa más que cualquier otra cosa en el mundo”. “Marjorie y yo nos saludamos cordialmente. A la larga, por el bien del niño, vamos a tener que llevar una relación bonita”. “Al separarme fue un momento duro porque no es lo que deseo; quiero poder llevármelo a un parque, dormirlo, apapacharlo”.