VISITA LA CASA MAGOFFIN
Visita la Casa Magoffin pero en especial el 1 de diciembre, día a partir del cual estará adornada con motivos navideños
Lo fascinante de las antiguas construcciones no es sólo la belleza de su estructura sino la historia que guardan detrás de sus puertas
Lo fascinante de las antiguas construcciones no es sólo la belleza de su estructura sino la historia que guardan detrás de sus puertas y en el caso de la Casa Magoffin, en El Paso, en cada objeto que resguarda.
Esta temporada de festividades es ideal para visitarla no sólo porque tenemos algunos días libres, sino porque esta bella mansión será decorada con adornos navideños de antaño y ya prepara eventos para entretener a toda la familia.
Probablemente no lo sabes, pero la Casa Magoffin, ubicada en el Centro de El Paso, fue hogar de una familia multicultural que participó en la guerra mexicano-estadounidense, la guerra civil estadounidense, la expedición de Pershing y ambas guerras mundiales.
Pero no sólo eso, la familia Magoffin contribuyó a la expansión de la ciudad a través del establecimiento en 1849 de un grupo de casas de adobe a media milla del Río Grande en un asentamiento conocido como Magoffinville, precursor de la actual El Paso y un sitio temprano de Fort Bliss.
Construida en 1875, la Casa Magoffin tiene paredes de adobe de entre 60 y 90 centímetros espesor y sus techos se componen de vigas de madera fresada que aparentemente fueron traídas desde las montañas de Sacramento en Nuevo México.
Además de conservar sus pisos de madera de lengüeta originales en algunos cuartos, la Casa Magoffin narra a través de los muebles de cada habitación la historia de la familia Magoffin y sus descendientes, quienes vivieron en el hogar durante más de 100 años.
Así, por ejemplo, en un cuarto podrás ver objetos como un pez globo recuerdo de un viaje, fotografías antiguas, muebles y ropa de cama de inicios del siglo XIX, y juguetes de antaño que ahora nos sorprenden por la simplicidad de su belleza.
Su dueño, Joseph Magoffin, nació en Chihuahua en 1837 y después de servir en la Guerra Civil se convirtió en un defensor del desarrollo de El Paso y la región usando sus extensas propiedades para promover el paso del ferrocarril y la creación de servicios públicos y negocios a la ciudad, aumentando su fortuna personal.
Junto con su esposa Octavia tuvo dos hijos, y la pareja era conocida por su hospitalidad y entretener a los invitados frecuentemente en el hogar.