ROCKETMAN dinámica historia
La película está basada en los primeros años de la vida y carrera de Elton John
“Quien pega primero, pega dos veces”: el primero que comercializó cierta bebida de coca; el primero que creó un imperio de entretenimiento basado en dibujos animados; el primero que hizo una biopic musical increíblemente exitosa, sobre un grupo setentero.
Llega otra biopic, de otro músico setentero: Rocketman (2019). Veamos que tan pegadora es.
Reggie Dwight (Matthew Illesley) vive con sus padres: su madre (Bryce Dallas Howard) sólo le interesa comprar ropa y divertirse; el padre (Steven Machintosh), militar, es frío con su hijo.
Reggie descubre que tiene un don para evadir su situación:
la música. El piano se vuelve el cómplice de este niño solitario que solamente quiere ser querido. Eso, será una bendición y una gran desventaja.
La película, basada en los primeros años de la vida y carrera de Elton John, no carece de ventajas: Fletcher nos ofrece una muy dinámica historia, estructurada como un musical -con varios cantables y coreografías insertas en la tramapero a la vez, muy lucidora, concordante con el medio audiovisual.
Hay una escena en especial, que tiene una cualidad etérea, casi onírica, que se disfruta muchísimo. Se levita, literalmente.
De los personajes, convence el letrista de Elton, Bernie Taupin (Jamie Bell, excelente), Howard resulta demasiado caricaturesca.
¿Y qué hay de Egerton? Loable que él mismo entone las canciones, amén que exuda un gran entusiasmo; empero, se percibe más cómodo con lo superficial -las lentejuelas, los trajes extravagantes- que con el aspecto complejo del cantante: su vulnerabilidad y el talento. La comparación obligada viene con la otra muy reciente biopic musical, Bohemian Rhapsody: La Historia de Freddie Mercury (2018), terminada por el mismo Fletcher, después de que el director Singer tiró la toalla.
A Rocketman no le faltan cualidades, pero será la música, será el carisma del protagónico: el que gustó primero, gustó más.