TODAS HEMOS SIDO INFIELES
Me atrevo a decir que el 99 por ciento de las mujeres hemos sido infieles a nuestras parejas. De hecho, cuando nos reunimos entre amigas uno de los temas que más conversamos es la técnica que cada una emplea para mantener “su engaño” en secreto. Y así, entre sorbos de café o copitas de vino confesamos cómo el clóset, el ático, el garaje ó incluso el baúl del auto pueden ser los mejores cómplices de actos tan placenteros.
Pero no me refiero a llevar una relación extramarital y tener que esconder a un amante. Estoy hablando de salir corriendo a la puerta de la casa para recoger un paquete y ocultarlo bien antes que llegue la pareja y se forme tremenda discusión por adquirir algo “innecesario”. ¿Sabías que esconder compras, gastos y detalles financieros a la pareja es considerado una infidelidad financiera?
Y la magnitud del engaño puede ser tan dañino como descubrir que te engañan con otra persona, Y es que, gastar mas dinero del ganado y ocultar deudas a la pareja son actualmente las dos situaciones financieras que más separación y divorcios está causando. Algo que no es nuevo, sin embargo, no muchos tienen el cuidado de velar por las finanzas en una sociedad donde “endeudarse es válido” por tal de aparentar cierto estilo de vida.
Según expertos en infidelidad financiera, aunque se aman, muchos ocultan a su pareja que han solicitado nuevas tarjetas de crédito y esconden deudas para evitar que se preocupen o seguir adquiriendo cosas. También hay quienes se casan sin mencionar alguna gran deuda del pasado, mientras otros ocultan a la pareja pérdidas actuales de dinero en casinos, en la bolsa de valores o en inversiones de criptomonedas.
Creo que esconder un paquetito de vez en cuando a la pareja no es malo, pues por naturaleza de mujer nos fascina comprar; lo grave está en endeudarse o dejar de comprar algo más importante por tal de adquirirlo. Si cada mes, tus deudas o las de tu pareja aumenta en vez de disminuir, es momento de identificar, analizar y detener la infidelidad financiera con un plan de presupuesto. De igual forma que un matrimonio acude a terapia de pareja para salvar una relación, consultar un experto en finanzas puede evitar una futura separación. Amar a una pareja es también cuidar el bolsillo.