Poder ciudadano Rosa Esther Beltrán Enríquez
ser otra vez Diputado local (2009-2011) y en la elección del año pasado, nuevamente, ganó una Diputación federal que ejerció por cinco meses para postularse de nuevo a la Presidencia Municipal saltillense en esta elección.
Quizá lo que más influyó en la derrota de Fernando fue su papel como instrumento de los Moreira para la reestructuración de la enorme deuda pública con la que defraudó la pasada administración al erario coahuilense, hurtos que quedaron impunes, lo que seguramente se guardó en la memoria colectiva.
También ayudó el repudio popular hacia el actual alcalde Jericó Abramo Masso que, con sus erráticas políticas, afectó a amplios sectores sociales. Un ejemplo claro fue la fallida modernización del trasporte público urbano, así como su intervención despótica para la eliminación de los giros negros, los que, dicen, se concesionarían en el futuro “a los amigos”.
En un recorrido que realizamos varios ciudadanos saltillenses para registrar los resultados de algunas casillas, era sorprendente que el PRI obtuvo entre 50 y 90 votos y en cambio el PAN sobrepasaba los 200 en casillas básicas y contiguas, de manera que prácticamente arrasó. No éramos los únicos buscando resultados y todos manifestaban su regocijo exponiendo, “al fin, fuera los Moreira”.
Es curioso, pero se percibía una identificación perfecta entre De las Fuentes y el clan Moreira; por eso sorprende también la claridad de la conciencia ciudadana al elegir a la oposición partidista con más fortaleza electoral para asegurarle un triunfo que impidiera el arribo de Fernando Donato, traidor a las causas ciudadanas coahuilenses. El Moreirato literalmente acumuló deudas que en esta elección se cobró el voto ciudadano.
Según el PREP, el PRI perdió 10 alcaldías, las más importantes fueron Saltillo, Monclova, Acuña y Frontera. Torreón será impugnado a causa de la alquimia presuntamente practicada contra Acción Nacional. La Alcaldía de Parras fue ganada por el Partido Verde. La participación fue de un 53.89 por ciento.
Lo que sigue no es tarea fácil. No hay que de-
El Moreirato literalmente acumuló deudas que en esta elección se cobró el voto ciudadano
jarles las manos libres a los alcaldes electos. La sociedad debe y puede monitorear los programas de políticas públicas. Los ciudadanos coahuilenses esperamos que esta elección sea un primer paso para dar al traste con las elecciones de Estado, ésas que compran y coaccionan el voto, ésas que se logran a base de la compra de conciencias, con despensas, materiales y dádivas adquiridas con el presupuesto público.
Que no crea Rubén Moreira que la ciudadanía coahuilense les va a perdonar las canalladas que le asestaron en sólo cinco años de Gobierno. Que no vuelva a equivocarse, en esta administración la impunidad ha sido emblemática. La ineficacia e ineficiencia gubernamental se palpan, el desempleo campea, la corrupción sigue institucionalizada, la rendición de cuentas y la transparencia son un engaño y la consanguinidad ha sido un antecedente negativo.
Moreira declaró que está listo para trabajar con los virtuales alcaldes de oposición, lo cual suena como una graciosa concesión, cuando es cuestión de ley. Los ciudadanos esperamos que, ya, los Ayuntamientos se aferren a la Constitución y a las leyes locales, y no se dejen avasallar, ni que les manoseen ni escatimen los presupuestos municipales, que son del Pueblo.