El saldo del domingo 7
l saldo electoral del domingo va más allá de partidos y candidatos, el PRI no fue el único derrotado, no solo ganó el PAN; el análisis de los comicios no se queda solo en el triunfo opositor en 10 municipios y la abstención superior al 55 por ciento en los ayuntamientos más grandes.
Por regla general en comicios de poca participación ganaba el PRI, anteriormente el abstencionismo indicaba que la mayoría de los votos correspondía a la estructura priísta movilizada con eficiencia el día de la elección; por el contrario, la afluencia copiosa de votantes marcaba que la clase media había salido a votar contra el Revolucionario Institucional. A mayor participación, mejores resultados para Acción Nacional y viceversa.
No obstante, lo que ocurrió el domingo en Saltillo fue atípico, con una participación rondando el 44 por ciento de la lista nominal, el PAN y su candidato Isidro López Villarreal ganaron; ¿qué ocurrió? La explicación puede estar en un razonamiento muy simple: Al detenerse el flujo de recursos y dádivas electorales por el blindaje electoral y la escasez de recursos, la estructura priísta no salió a votar y si lo hizo fue en contra del propio PRI; esto aunado al incremento en la votación panista dado que contaban con un mejor candidato que en procesos anteriores. En resumen si la estructura priísta no recibe beneficios no sale a votar, no se trata de un voto de convicciones ideológicas, sino de un sufragio de conveniencias ocasionadas por la falta de dinero y la carencia de valores democráticos, no es el voto duro, es el voto famélico.
El gran perdedor del domingo fue el exgobernador Humberto Moreira Valdés, sectores ampliamente relacionados con el exGobernador jugaron a favor de algunos candidatos priístas, Fernando de las Fuentes Hernández, candidato en Saltillo, es un ejemplo. Fernando recibió el apoyo del magisterio donde Humberto Moreira mantiene influencia, el Partido Nueva Alianza apoyó la candidatura del PRI, Teresa Banda, excandidata a diputada federal por el partido magisterial, formó parte de la planilla priísta; Fausto Destenave, exSecretario de Seguridad Pública, desistió en sus aspiraciones de buscar la candidatura del PRI a la alcaldía de Saltillo y los medios de comunicación en los que mantiene influencia el exgobernador sostuvieron y sostienen una línea editorial a favor del candidato derrotado.
La presencia de Samuel Rodríguez, ampliamente relacionado con el exgobernador, como parte de la estructura del PRI encargada de sacar adelante la elección en la región centro, es una muestra de que Humberto Moreira pretendía continuar incidiendo en la vida política de Coahuila. Los malos resultados obtenidos por Samuel Rodríguez vuelven propicio el momento para prescindir de sus servicios y de esa forma limitar la injerencia del exmandatario estatal. En algunos lugares perdieron los candidatos del PRI relacionados de una u otra manera con la esfera de influencia de Humberto Moreira, en otros municipios donde los candidatos del PRI no tenían ese sello, el resultado fue diferente, así ganó Miguel Riquelme en Torreón y Ricardo Aguirre en Ramos Arizpe.
Pero mientras Humberto Moreira perdió, el Gobernador Rubén Moreira Valdez ganó, a su imagen le viene mejor la apertura democrática y la alternancia que el carro completo y la aplanadora de otros tiempos, este no era el momento político para esas demostraciones de fuerza.
También gana indirectamente un grupo político que participó poco en este proceso, pero que sin duda crecerá en lo inmediato; se trata de políticos relacionados con Enrique Martínez y Martínez, Secretario de Agricultura Ganadería y Desarrollo Rural, esta facción seguramente dará la batalla al interior del PRI dentro de cuatro años, cuando el PRI designe candidato a Gobernador.
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ESi la estructura priísta no recibe beneficios no sale a votar, no se trata de un voto de convicciones ideológicas, sino de un sufragio de conveniencias