Cascabel de plata y oro...

‘Catón’ Cronista de la Ciudad

Yo pienso que la mujer es la más perfecta creación de Dios. Por algo el Señor hizo primero al hombre: para ensayar, y luego no cometer errores.

A cualquier edad es hermosa la mujer, desde que llega al mundo hasta que tiene un siglo de edad, y aún más. Sé de un muchacho de 20 años a cuyo lado pasó una viejecita muy linda, bien vestida, su alba cabellera peinada con esmero, pintadita discretamente y adornada con una gentil coquetería a tono con su edad. Era un placer mirarla.

-¡Caray, señora! -exclamó el muchacho sin poder contener su admiración-. ¡Quién tuviera 50 años más!

No hay criatura más bella que la mujer. Desde luego eso no se lo digo a las feministas, porque se enojan mucho. A las feministas no les gusta que uno les diga: -Pareces un ángel. Prefieren que les digas: -Pareces un mecánico. Entonces se ponen muy orgullosas, tosen, hacen ronca la voz y te dicen algo así como: -Gracias, cuñao. A pesar de eso las feministas también son muy hermosas, al menos cuando se les olvida que son feministas. Porque hay momentos en que ni la más consumada feminista se acuerda de que lo es. Y, la verdad, en esos momentos no parece un mecánico.

Toda mujer, hasta la más fea, tiene algo de bonita. Pero se necesita ser muy hombre para poder apreciar eso. Si yo tuviera dinero lo dedicaría a una obra filantrópica: contrataría a dos muchachos muy bien parecidos para que fueran por la calle. Al paso de una muchacha feíta uno de ellos le diría al otro en voz suficientemente alta para que la feíta lo escuchara:

-¿Te fijaste qué pelo tan bonito tiene esa muchacha? O: -¿Viste qué ojos? Con eso, estoy seguro, me ganaría el Cielo. No es poco premio por dos salarios mínimos.

Hija, nieta, madre o abuela, siempre es hermosa la mujer. Pero es más hermosa aún cuando se viste de novia. Vestida con atavío nupcial hasta la más desangelada mujer es una reina. Bien dice la sabiduría popular: no hay novia fea. El vestido de novia es el más bello de todos los vestidos. Por algo en los desfiles de modas aparece al último.

Guardo como un tesoro el recuerdo de mi esposa vestida de novia el día que nos casamos, día el más feliz que he vivido en mi vida. Haber visto a mi hija adorada con vestido nupcial me parece un bello sueño. Ahora anhelo ver a mis nietas casaderas con ese albo atuendo. Si el buen Dios me concede esa gracia le daré infinitas gracias.