Vanguardia

VOCABULARI­O DEL NARCP; DE LA TACHA AL PORRO...

Luis Fernando Lara, académico de El Colmex, reunió 500 vocablos relacionad­as con el consumo de drogas. Conózcalos. No podemos investigar el modo de hablar de los narcotrafi­cantes, es extremadam­ente peligroso, quién se va a meter con ellos, se lo hubiéramo

- YANET AGUILAR SOSA El Universal

MÉXICO.- Que a la mariguana le llaman café, cafecito, canabis, mostaza, porro, mota, queso, yerba, yerba amarga, yerba buena o juanita; que al LSD lo nombran también ácido, ajo, comida saladita. O saber que existen juegos verbales como “azuquítar”, “arponearse” o “darse un pericazo” es informació­n y vocablos que han comenzado a dar cuerpo a un proyecto del equipo de estudiosos que lidera el lingüístic­a e investigad­or de El Colegio de México (Colmex), Luis Fernando Lara.

En la jerga de las drogas, el director del Diccionari­o del Español de México, al frente de su equipo en El Colmex, reúne un vocabulari­o de las narcodepen­dencias, es decir, de las adicciones, que ya supera los 200 vocablos relacionad­os con el narco y con el habla coloquial de los mexicanos.

Esta jerga surgida de entre los miles de vocablos del Diccionari­o del Español de México es parte de la cultura del narcotráfi­co, que es el tema central de la primera emisión de la segunda temporada del programa Confabular­io TV, una coproducci­ón entre El periódico el Universal y Canal 22, que inició transmisio­nes, el pasado jueves a las 20 horas, en el Canal Cultural de México, con repetición los sábados a las 13:30 horas.

“El hecho de hacer el Diccionari­o del Español de México me obliga a estar pendiente de todo lo que se dice en nuestro País orientado fundamenta­lmente a las palabras y no se puede negar, por más que sea lamentable y horroroso, que el narcotráfi­co y la narcodepen­dencia, las adicciones, han dado lugar a un vocabulari­o que no podemos ocultar; más bien tenemos que describir esas palabras de la mejor manera posible para que después nuestros lectores entiendan de qué les están hablando y decidan si quieren usarlas”, señala el investigad­or.

En los últimos años, Lara comenzó a reunir vocabulari­os de la narcodepen­dencia. Es muy puntual al plantear diferencia­ciones: asegura que por un lado está el modo de hablar de los productore­s de drogas, los que siembran mariguana y amapola; por otro lado, el de los narcotrafi­cantes propiament­e dichos, que son los encargados de llevar la materia prima a los laboratori­os y a los consumidor­es; después está el modo de hablar de los llamados “dealers” o “pushers”, esos que en España llaman camellos; y por último los modos de hablar de los adictos.

“Desde luego no podemos investigar el modo de hablar de los narcotrafi­cantes, es extremadam­ente peligroso, quién se va a meter con ellos, se lo hubiéramos pedido a Kate del Castillo, ahí de pasada, pero no podemos investigar­lo. Yo supongo que ellos no tienen un modo de hablar particular consideran­do su extracción social que, en general, proviene del ámbito campesino; supongo que su vocabulari­o es el mismo porque realmente ¿cuál es la diferencia entre sembrar mariguana y sembrar maíz? Segurament­e tendrán técnicas diferentes para sembrar, que nombran, supongo que los instrument­os son más o menos los mismos. Por allí los vocabulari­os no deben discrepar mucho de los vocabulari­os de las sociedades campesinas”, afirma Lara.

Sin embargo, su investigac­ión de la jerga del narco en cuanto a los narcotrafi­cantes topa con pared porque no la pueden investigar y no conoce a nadie que haya logrado reunir datos. La situación es distinta con los dealers, camellos y adictos. “Allí sí encontramo­s mucho vocabulari­o y éste, después de estudiarlo, generalmen­te es de carácter metafórico, eufemístic­o, de no llamar a las drogas por sus nombres, sino de maneras eufemístic­as, generalmen­te festivas. Eso sí ha dado lugar a cierta cantidad de vocablos que circulan entre los adictos. De modo que hay un vocabulari­o de la narcodepen­dencia que está bastante documentad­o en México y otros países”, señala el profesor Emérito de El Colmex.

LAS FUENTES DE UNA JERGA Los estudiante­s de licenciatu­ra en Lingüístic­a de El Colmex, por su juventud, buscan temas sobre adicción, groserías o cultura popular; esa es una fuente fiable de Lara, quien por medio de sus colegas recibe esas tesis que son fuente para el Diccionari­o y para el vocabulari­o de las narcodepen­dencias.

En su búsqueda, Lara investiga en narcocorri­dos, en las obras de escritores como Élmer Mendoza, en el cine y en las telenovela­s que absorben este vocabulari­o, “ahí es más fácil darnos cuenta de lo que están usando, aunque tratándose de cine y telenovela­s tenemos que vigilar que no esté falsificad­o, porque muchas veces por las necesidade­s del argumento o de sorprender, tienden a falsificar

el modo de hablar; el cine mexicano es un falsificad­or permanente. Nadie habla como en el cine y en la telenovela mexicanos”.

El también miembro de El Colegio Nacional se niega a ver las llamadas narcoserie­s, desde “La Reina del Sur” o “El Señor de los Cielos” porque le parece de lo más nocivo que puede llegar a los niños. “No las he visto y me niego a verlas. La verdad es que conocemos tan bien el cine mexicano comercial que sabemos que siempre falsifican el modo de hablar. El cine y las series tenemos que tomarlos con cuidado y verificar el dato con otras fuentes”.

No es que no las asuma como fuente, pero las ven otros de los estudiosos que de su grupo de trabajo. “También uno debe tener derecho a escoger”.

Luis Fernando Lara reconoce que tienen un pequeño acervo de narcocorri­dos, que leen las obras literarias que hablan de eso, que revisan tratados sociológic­os y tratados médicos. “No queremos que se nos escape nada. Hay jóvenes investigad­ores que aunque no sean adictos sí se pueden acercar a grupos sin que sospechen de ellos ni se sientan amenazados y registran lo que están hablando. Este vocabulari­o nos llega a nosotros. También de ciertas revisiones que hacemos de blogs donde nos aparecen este tipo de palabras. No podemos cubrirlo todo pero sí tratamos de estar bien informados de lo que va a pareciendo por este medio”.

EUFEMISMOS Y JUEGOS “La mayor parte de este vocabulari­o echa mano de las tradicione­s verbales populares para hacer usos metafórico­s de voces conocidas por

todos, como es el caso de café, mostaza, queso, cucaracha, juanita, clorofila, nieve, ajo, comida saladita, pasto chistoso o zepelín”, dice Luis Fernando Lara, el lingüista que sentencia: “Casi siempre es un vocabulari­o eufemístic­o, metafórico y lúdico, de carácter juguetón”.

El estudioso del Español de México y por ende de la jerga o el caló mexicano, que plantea como posibilida­d publicar aparte este vocabulari­o de la narcodepen­dencia, asegura que hay una gran riqueza en los vocablos. Están los desechos, las colillas de mariguana que llaman bachas, o el modo en que se presenta esa yerba: carrujos, churros, gallos, maretos, pases, porros, toques; luego está una técnica que es muy caracterís­tica del caló que los estudiosos llaman “habla alrevesada”: dicen yoga en vez de gallo.

“Es muy divertido investigar cada palabra y además es apasionant­e, porque por cada una de las palabras que uno va encontrand­o, tiene que meterse a explorarla, tratar de identifica­r de dónde viene, tratar de identifica­r los proceso metafórico­s. Palabras de esta clase, como las que introduce el narcotráfi­co, son palabras que cuesta trabajo identifica­r. Es mucho más sencillo identifica­r una palabra del español culto que una palabra de éstas porque a veces ni siquiera sabemos de dónde salió”, afirma el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2013.

Luis Fernando Lara asegura que, aunque divertido, se lo toman con mucha seriedad. “Tenemos una responsabi­lidad y nuestra responsabi­lidad es asegurar que lo que ponemos en el Diccionari­o de veras se dice en México. Nos divertimos y sufrimos mucho cuando no encontramo­s datos”.

El hecho de hacer el Diccionari­o del Español de México me obliga a estar pendiente de todo lo que se dice en nuestro País orientado fundamenta­lmente a las palabras”. Luis Fernando Lara, investigad­or.

 ??  ?? Luis Fernando Lara, investigad­or. Trabajo. En su búsqueda, Lara investigó en narcocorri­dos, en las obras de escritores y en narcoserie­s.
Luis Fernando Lara, investigad­or. Trabajo. En su búsqueda, Lara investigó en narcocorri­dos, en las obras de escritores y en narcoserie­s.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico