Diario de un nihilista
Vísperas (muy) adelantadas. ¿Con que pidió el Presidente perdón por la Casa Blanca? ¿Es Día de los inocentes o está por irse a la banca?
Futbol nacional. “El Bronco” jugó una cáscara con la CNTE. Algo cocina. Mejor quítese la máscara: ¿es él quien los patrocina?
Matadero burocrático. Si Néstor Villarreal Castro pensionó a una falsa viuda, que le pida a Anaya ayuda o terminará en el rastro.
Quién eres. Aunque el nombre no me suena, si no eres Roberto Pérez nadie serás, nadie eres en las filas de Morena.
Cambiar hacia lo mismo. Los cien años de Leobardo sonaron en el cetemio: esto fue sólo el proemio de Riquelme, el Gatopardo. Chatarra rodante. No se le caiga la lengua, tantas veces que la saca.
Álex Lora: sufre mengua su tedioso troca y traca.
Presea sorpresa.
Haga Isidro un buen papel: dele la Presea Saltillo a doña Aída Badillo y que suba de nivel.
Compañero de Bantú.
Renunció Virgilio Andrade, ese simpático androide anticorrupción. Que agrade con un dron a otro antropoide.
Cuatro semanas después.
No investigan, ni lo harán. Peña se solidariza por los muertos que hubo en Niza. ¡Hágalo por Nochixtlán!
Ficción policial.
Dio vida Benedict Cumberbatch a un Sherlock Holmes muy decente: que ahora trepe en un yacht y ensaye un Bond consecuente.