NO CASTIGUE SU ÚTERO
Una enorme cantidad de mujeres se somete a una histerectomía radical. Lo sorprendente es que la mayoría de ellas no necesita esa operación. Cuatro pacientes hablan de sus experiencias al respecto.
Quemantes dolores de espalda, menstruaciones sin final, coágulos del tamaño de un ciruelo. Cada año síntomas como estos llevan a miles de mujeres a considerar una histerectomía (extirpación del útero), lo cual en la gran mayoría de los casos puede ser innecesario, dicen los expertos en la materia.
Además, la investigación sugiere que la histerectomía puede llevar a problemas, entre ellos incomodidades sexuales, incontinencia y una ligera pérdida de fuerza física.
¿La alternativa? Hay otros métodos disponibles que pueden tener menos complicaciones y tiempos más cortos de recuperación.
“Si usted se enfrenta alguna vez a la posibilidad de este tipo de cirugía, lo ideal es que se tome un poco de tiempo para considerar todas las opciones”, dice la doctora Lauren Streicher, ginecóloga de la Universidad de Northwestern (EU).
Las cuatro pacientes mencionadas en las líneas siguientes, eligieron procedimientos diferentes, con diferentes resultados. Vea lo que ellas tienen que decir y luego comente las posibilidades con su médico.
Ablación endometrial
Poco después de ligarse las Trompas de Falopio, Carla necesitaba dos toallas sanitarias y un tampón para sentirse segura durante la menstruación, aunque fuese por unas cuantas horas. “Estaba sangrando hasta la mitad del mes”, dice. “y estaba cansada de estar anémica la otra mitad”.
El sexo –la vida sexual como ella la conocía—se había detenido. Sentía que su útero se había vuelto inútil. “Simplemente quítelo”, le pidió a su médico.
Antes de la intervención, ella leyó en Internet sobre una alterativa llamada ‘ablación endometrial’ —una cirugía menor que remueve el recubrimiento del útero, pero no el órgano completo.
Carla quedó impresionada con las estadísticas del procedimiento: el 50 por ciento de las mujeres nunca volvía a sangrar después de la operación, y el 40 por ciento tenía periodos muy ligeros.
Esta fue la operación que Carla pidió que le hicieran. Un día después de la misma, ella se sentía muy bien. Eso fue hace siete años, y desde entonces no ha sangrado. “Esta operación realmente cambió mi vida”, dice ella. “He vuelto a ser una mujer llena de energía, y lo disfruto”.
Miomectomía laparoscópia Durante un año aproximadamente, Perla pensaba que sus calambes abdominales venían de una infección en la vejiga. “Hasta el roce de mi ropa interior me provocaba dolor”, asegura. Después de que un ultrasonido pélvico revelara un fibroide grande (un tumor benigno), Perla consideró hacerse una histerectomía para eliminar fibroides a través de una incisión abdominal; pero ella sentía que era demasiado joven para que le retiraran el útero.
Por eso cuando su médico le dijo acerca de un nuevo procedimiento llamado ‘miomectomía laparoscópia robótica’, en el que los fibroides son cortados a través de pequeñísimas incisiones abdominales, le encantó la idea.
Es un tipo de cirugía más preciso que la miomectomía tradicional (en la cual un cirujano hace una incisión más grande, y corta los fibroides), y tiene la ventaja de que el tiempo de recuperación es más breve, dice David Eisenstein, ginecólogo y obstetra del Hospital Henry Ford, en Detroit.
La recuperación de Perla fue una brisa. Hay riesgo de que sus fibroides regresen, pero por ahora ella está libre de síntomas. “Acostumbraba a sentarme a gritar del dolor, pero ya olvide todo eso”, dice.
Histerectomía laparoscópica
Desde la edad de 15 años, Karen, ahora de 41, sufría de excesivo sangrado menstrual, calambres, inflamación y anemia. La endometriosis (en la cual el tejido uterino crece hacia afuera del útero), los fibroides y las píldoras anticonceptivas que tomaba para sus síntomas hacían imposible un embarazo. Aparte de que se le dificultaba tener relaciones sexuales. “Tenía que poner dos toallas en la cama y debajo una bolsa plástica para de esas para la basura”, comentó ella.
La histerectomía le hubiera ayudado, pero Karen quería tener hijos. Por lo que tuvo nueve cirugías para endometriosis y una miomectomía para retirarle un fibroide grande.
Cuando su médico encontró otro fibroide, Karen finalmente eligió la ‘histerectomía laparoscópica’— la remoción de su útero usando pequeñísimas incisiones, todo ello guiado por una minicámara.
El tiempo de recuperación fue sólo de dos semanas, en lugar de las seis necesarias después de una histerectomía tradicional (la cual requiere de grandes incisiones).
Karen está ahora libre de dolor y lamenta no haberse hecho ese procedimiento en las intervenciones anteriores. Su consejo: “explore con su médico todas las opciones hasta que encuentre una que le dé el alivio que necesita con el menor grado de invasión posible”.
Histerectomía total
Sandra sufrió durante años de severos calambres y de la imposibilidad de procrear (terminó adoptando). Finalmente, cuando ella tenía 45 años, los médicos le aconsejaron que se hiciera una histerectomía total con ooforectomía —remoción del útero, la cérvix y los ovarios (la mayoría de los expertos dice ahora que en la histerectomía total es innecesario retirar los ovarios, a menos que el riesgo de cáncer sea alto). Y hay una buena razón para conservarlos, aún si usted ya no quiere tener hijos. Nueva investigación muestra que los ovarios continúan produciendo testosterona mucho después de la menopausia, lo que significa que, si se retiran, puede afectar su líbido.
Sandra sugiere que las mujeres razonen su caso con su médico. “Si sólo tiene un problema de útero”, dice ella, “no permita que le quiten sus ovarios”.
En síntesis
¿Debe o no debe hacerse la histerectomía radical?
Aunque las mujeres tienen claro lo que significa la palabra histerectomía, el procedimiento es con frecuencia mal entendido. Esa es la razón por la que resulta esencial preguntarle a su médico lo que realmente necesita que sea retirado de su cuerpo durante la operación, dice William Parker, profesor clínico de Ginecología y Obstetricia en la Escuela de Medicina de California, en Los Ángeles.
Aquí están algunos de los inconvenientes…
La histerectomía total con ooforectomía es la remoción del útero, la cérvix y los ovarios (cerca de la mitad de todas las histerectomías totales remueven la cérvix y los ovarios).
¿Cómo encontrar la opción correcta para usted? Hable con su médico. Algunos creen que remover útero, cérvix y ovarios es raramente apropiado. Así que busque una segunda opinión si esto es lo que le aconseja su ginecólogo.
Y pregunte sobre los efectos secundarios de cada operación —incontinencia, falta de lubricación y problemas de orgasmo. (De la revista Health)
Dos mujeres preguntan…
Sobre el procedimiento para examinar el útero, y sobre la alergia al semen.
-¿El médico tiene que usar los estribos ginecológicos para el examen genital? Respuesta. Eso depende del examen. Cuando el médico sólo va a checar útero y ovarios, la mayoría no usará los estribos. Pero cuando usa un espejo para checar su cérvix y hacer un Papanicolau, le resultará difícil si sus piernas no están en los estribos. Para aliviar la tensión, respire profundo y platique con su médico mientras está llevando a cabo el examen. Eso le ayudará a relajarse.
-¿Podría una mujer ser alérgica al semen? Respuesta: es muy poco probable. Menos del tres por ciento de la población femenina es alérgica al semen. Si usted siente ardor o comezón después del sexo es probable que sea una alergia a su lubricante vaginal, no al semen. Experimente con diferentes productos y si todavía tiene incomodidad, pregúntele a su médico sobre una infección vaginal. Pero si todo apunta a que el semen de su pareja es el verdadero problema, mientras se descarta esa posibilidad, pídale a él que use el condón durante las relaciones sexuales.