Vanguardia

CÁNCER, UN ENEMIGO QUE NO ES INVENCIBLE

FORTALEZA A TODA PRUEBA Es deportista, no fuma, no toma, se alimenta de forma saludable, optimista, alegre, sin embargo, Rosa María libra una lucha contra el cáncer de la que, está segura, saldrá victoriosa

- SANDRA NAAL

Rosa María es una mujer valiente, su fortaleza llena cualquier lugar, incluso el estar con ella da esa sensación de que todo es posible, porque si ella es capaz de correr 34 kilómetros y ganar medallas, pese a que el cáncer ha invadido parte de su cuerpo, entonces para el resto no debe haber metas inalcanzab­les.

El 12 de octubre del año 2012 la vida de Rosa María González dio un vuelco de 360 grados: “Tienes cáncer”, fue el diagnóstic­o médico.

Aunque no se enojó con la vida por recibir esa noticia, sí se preguntó por qué le ocurría a ella, y es que su rutina diaria consiste en hábitos saludables: cada mañana sale a correr, porque es corredora desde 1983, no fuma, no toma, come sano, hace todo lo posible por mantenerse en forma, pero aun así el cáncer la alcanzó.

Ese día de octubre la vida de Rosa, cambió, no es que ella fuera de esas personas que piensa: “A mí nunca me va a pasar”, pero creía que siendo una mujer que se cuidaba mucho, era poco probable que le sucediera algo así.

El mal sueño de Rosa empezó con un ganglio inflamado en su garganta, empezó a crecer y crecer, ya no parecía normal, fue al endocrinól­ogo, quien por su cara se veía que no le agradaba lo que estaba viendo, así que mandó a hacer una biopsia, pero salió negativa. El resultado no lo convenció, así que la mandó con el oncólogo. En el fondo ella sabía que estaba a punto de oír lo que nunca se imaginó.

Al hacer una revisión más exhaustiva en el cuerpo de Rosa, se descubrió que tenía la tiroides completame­nte llena de tumores, por lo que se pasaron a los ganglios, incluso una de sus cuerdas vocales ya no funcionaba.

Empezó con tratamient­o de medicina radioactiv­a y chequeo cada seis meses, pero en 2013 el cáncer apareció de nuevo y tuvieron que retirarle el ganglio, recibir más dosis de tratamient­o y rastreos, así como un eco de cuello.

Parecía que Rosa María estaba saliendo adelante, aunque no estaba preparada para lo que venía.

Es una experienci­a de vida y no me va a vencer”. Rosa María

Le empezaron unos dolores en la espalda, como punzadas, entonces se hizo un estudio de tele torax, el cual arrojó lo que tanto temía, ahora había aparecido cáncer en los pulmones, esta vez, Rosa no lo tomó con tanta tranquilid­ad, no entendía por qué si ella nunca ha fumado, una vez más supo que la vida la decide Dios y que no importa todo lo que uno haga para estar sano, pues cuando te toca algo, te toca.

Desde que le diagnostic­aron el cáncer en los pulmones, empezó a recibir quimiotera­pias, aunque estos tratamient­os son muy desgastant­es, la fortaleza de Rosa es impresiona­nte, pues nunca se ha quedado tirada en la cama, no ha sufrido de vómitos, mareos o depresión.

La situación no ha sido fácil, pues sus dos hijas han resentido la enfermedad que ella padece e incluso se han escudado en el enojo para no asimilarlo.

CORREDORA DE LA VIDA

A pesar de su enfermedad, Rosa nunca ha dejado de hacer lo que más le gusta: correr, para ella eso es parte de su vida, no se imagina si un día no pone sus pies sobre el asfalto y lo recorre con ese espíritu aventurero y valiente que la caracteriz­a.

Tiene tantas medallas que ya hasta perdió la cuenta de cuántas son. Su casa, donde nos cuenta su experienci­a de vida, la tiene llena de ellas, además de trofeos y cuadros de reconocimi­ento.

Rosa María es destacada en la comunidad por su trayectori­a como deportista, pues siempre que sabe de una carrera o maratón, ella es la primera en querer participar.

Aunque debido a la enfermedad ha tenido que disminuir su ritmo en las carreras, ya que debe tener más cuidado con el desgaste de su cuerpo, no deja de lado el deporte, que le ha dado muchas cosas, entre ellas su esposo, a quien conoció cuando ella entró a competir en un grupo de carreras donde habían sólo varones, ahora es su compañero de vida y su fiel apoyo ante el cáncer.

Aunque superar la enfermedad aún se ve lejano, esto no significa tristeza para Rosa María, quien lucha día a día para que esto no la consuma, siempre dice: “Es una experienci­a de vida y no me va a vencer”.

Rosa les pide a las mujeres que no se dejen sorprender por esta enfermedad que llega de pronto y que no se siente, hasta que muchas veces ya es muy tarde.

CÁNCER, MAL SILENCIOSO

En la mayoría de los casos, el cáncer no duele, es casi imposible de detectar por uno mismo, por eso es importante realizarse chequeos cada año y si es necesario cada seis meses.

 ??  ??
 ??  ?? Vencedora. Rosa María es corredora de maratones desde 1983; la carrera que disputa actualment­e es contra un temido enemigo y no piensa dejarse ganar.
Vencedora. Rosa María es corredora de maratones desde 1983; la carrera que disputa actualment­e es contra un temido enemigo y no piensa dejarse ganar.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico