Para correr a veces solo falta un empujón
Nada más motivador que la historia de un resurgimiento, y las de corredores caídos en desgracia van a la cabeza.
En esta semana previa a Amarrados con VANGUARDIA, qué mejor que encontrarle sentido a la afición de correr con un puñado de aleccionadores relatos.
Sabemos que el momento más difícil del entrenamiento diario es salir de casa y empezar con el calentamiento, los estiramientos y el trote inicial, las piernas adormecidas tardan en entrar en calor, pero ya con ritmo lo difícil es parar.
Lo mismo les pasa a Eric Liddell y Harold Abrahams en “Carros de Fuego”, ese clásico sobre atletismo y carreras basado en una historia real. Ver esta película es experiencia obligada para cualquier amante del trote y las carreras.
La segunda recomendación es “The Jerico Mile”, que cuenta la historia de Rain Murphy, un condenado a cadena perpetua sin amigos y silencioso, que solo encuentra sentido al encierro corriendo; la posibilidad que se le abre por el deporte y se le cierra por los prejuicios, le dan mucha profundidad a la historia.
Michael Douglas en “Running” da vida a un maratonista con la mala fama de abandonar las pruebas difíciles y que ha fracasado en su vida familiar. Cuando toca fondo se propone dar el tiempo para ir a las Olimpiadas de Montreal, y en esa encomienda
-Todo el mundo se burla de él. -No le importa. -Pero resulta molesto.
-Andrea, no vuelvas a decir que tu padre te molesta. A mí no me importa lo que digan los demás, correr es su única forma de sobrevivir. De Running, con Michael Douglas ve su resurgimiento.
Luego está “Run Fatboy Run”, comedia de David Schwimmer, en la que Simon Pegg se propone acabar el maratón de Londres para recuperar su autoestima y el respeto de su novia.
Y el cierre de las recomendaciones es “Forrest Gump”, que si bien no es propiamente una película deportiva, con su frase: “corre Forrest, corre” y la manera en que el personaje a lo largo de su vida enfrenta sus problemas corriendo, va acorde con las motivaciones de los amantes del trote y la carrera. Después de todo, cualquiera que se ponga sus tenis y salga a la calle a ejercitarse, puede responder como Forrest, que lo hizo solo porque tenía ganas.