Derechohabientes, sin ser atendidos en IMSS
Falta de personal que registre a pacientes provoca confrontaciones entre ellos, al querer ser los primeros en recibir atención médica
De nueva cuenta el servicio que ofrece el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está dejando mucho que desear, pues sus usuarios ya están cansados de no ser atendidos como es debido y que los dejen esperando por horas.
En los últimos días, la sala de espera del área de urgencias de la Clínica 2 del Seguro Social se ha encontrado sin alguien que la atienda, por lo que se hacen largas filas y no hay quien lleve un control de turno para los pa- cientes, generando confrontaciones entre los derechohabiente pues quieren ser los primeros en ser atendidos.
Ante esta situación, los médicos tampoco hacen algo al respecto y reciben a los pacientes como estos se van metiendo al consultorio, lo que provoca discusiones entre los derechohabientes para poder ser atendidos.
Carlos Martínez, quien estaba en la sala de espera, señaló que nunca hay alguien que pueda atenderlos y lleve control de registro, por lo que muchos derechohabientes mejor optan por irse a una institución privada, porque al sentirse mal les sale peor quedarse sin la certeza de que los atenderán.
“Pues aquí nunca hay alguien, o si llegan se van y nadie los atiende, entonces es muy difícil definir quién llegó primero y quién llegó después y se hace mucho problema. Sale peor venir aquí, a veces es mejor ir a gastar en un doctor privado que estar aquí, aunque claro obviamente muchos no se pueden dar ese lujo y es por eso que pagan por recibir servicio en el IMSS y a cambio nos dan esto”, dijo Martínez.
Asimismo, María Riquelme señaló que ella tiene varios días acudiendo a la unidad de salud y, de igual forma, nadie está registrando a los pacientes.
Debido a este problema, Largas filas.
Pues aquí nunca hay alguien, o si llegan se van y nadie los atiende; es muy difícil definir quién llegó primero y se hace mucho problema”. Carlos Martínez, derechohabiente.
los usuarios pasan más tiempo esperando por el servicio, lo que genera inconformidad
y enojo entre la población que se atiende en el Seguro Social.