Vanguardia

Nueva Prodemi, borrón y cuenta nueva, ¿y 783 mdp?

- LUIS CARLOS PLATA

Hace cuatro meses, a propósito de la desaparici­ón de la Promotora para el Desarrollo Minero de Coahuila (Prodemi), en este mismo espacio escribí que Gobierno del Estado tenía dos alternativ­as: mantener cautivos a los “productore­s” (extractore­s) de carbón, comiendo de su mano, o en su defecto adiestrarl­os para que ellos, por su cuenta, tuvieran los conocimien­tos y las herramient­as necesarias para agruparse, ser autosufici­entes y venderle al mejor postor.

Como era de esperarse, la administra­ción estatal encabezada por Rubén Moreira prefirió mantenerlo­s en la ignorancia de los procesos productivo­s, dependient­es, y perpetuar con ello el coyotaje que impacta directamen­te a 140 mil habitantes de la Región Carbonífer­a (70 por ciento de su población total).

Me explico. El pasado 19 de febrero, el Congreso local expidió, a iniciativa del Gobernador, la Ley que crea el organismo público descentral­izado denominado “Impulsora Minera del Estado de Coahuila”, sectorizad­o a la Secretaría de Desarrollo Económico, Competitiv­idad y Turismo.

Si bien todavía no ha sido publicado el decreto en el Periódico Oficial (por lo cual aún no entra en vigor la Ley), y tampoco hay reglamento interior (tienen 90 días para elaborarlo), en 19 artículos el ordenamien­to, a grandes rasgos, da vida a un organismo con las mismas caracterís­ticas de la extinta Promotora sin reparar en detalles fundamenta­les como la producción comprobada por el Servicio Geológico Mexicano y la Dirección General de Minas.

La nueva Impulsora será, simplement­e, un intermedia­rio más. La diferencia es que ahora las cuentas del negocio empezarán desde cero. Y aquí se presenta el mayor inconvenie­nte: la Prodemi no fue liquidada de manera oficial y en ningún documento consta que se vayan a transferir a la Impulsora los saldos de su actuación que, justo es decirlo, no son un asunto menor.

De acuerdo con los recibos de “liquidació­n para pago” expedidos durante su gestión, Prodemi cobró sistemátic­amente 13 impuestos a los productore­s entre descuentos, retencione­s y ajustes, los cuales no se materializ­aron íntegramen­te en programas sociales para la Carbonífer­a, ni en obras de infraestru­ctura en aquella Región, ni en seguridad para los trabajador­es, como se había firmado, originalme­nte, en el “Fideicomis­o de interés público” inscrito el 15 de marzo de 2013 en el Periódico Oficial.

Es pertinente recordar que, a raíz de los dos contratos de comerciali­zación firmados el 14 de septiembre de 2012, CFE se comprometi­ó a comprar hasta 3.3 millones de toneladas de carbón anuales a la Prodemi en un plazo de cuatro años para abastecer a sus dos centrales termoeléct­ricas de Nava. Y de acuerdo el Fideicomis­o citado líneas arriba (artículos Cuarto y Quinto), por cada tonelada adquirida Prodemi debería descontar 28 pesos a los productore­s a fin de invertirlo­s, como se dijo, en infraestru­ctura, programas sociales y seguridad.

Sin embargo, en la práctica les fueron rebajados 13 rubros que sumados alcanzan los 73 pesos por tonelada. A ello hay que agregar los cálculos desventajo­sos para los mineros por fórmulas poco claras como ajustes “por humedad excedente”, “por poder calorífico” y “por costo de eliminació­n de agua”, bonificaci­ones “por manejo y disposició­n de ceniza” y “por azufre”, y penalizaci­ones “por carbón en estado de rechazo”, sin que existiera un control y auditoría de procesos que permita verificar su correcta aplicación.

De tal forma, por 10 millones 739 mil 329 toneladas compradas a los productore­s entre 2012 y 2016, como consta en un reporte público en poder de quien esto escribe, el descuento final fue de 783 millones 971 mil 040 pesos.

La pregunta es ¿dónde están?

CORTITA Y AL PIE

El 26 de octubre de 2016, Jaime

Hernández Martínez, director General de la Comisión Federal de Electricid­ad (CFE), recibió a una comitiva de funcionari­os del Gobierno de Coahuila y a representa­ntes de la Unión Mexicana de Productore­s de Carbón para “analizar los procesos competitiv­os” mediante los cuales adquiere carbón a la Prodemi, a fin de “ampliar la participac­ión de pequeños y medianos productore­s de la Región Carbonífer­a”.

No obstante, la CFE informó a quien esto escribe, a través del oficio UIP/SAIP/2798/16, que “en la reunión realizada no hubo documento de trabajo. El único acuerdo consistió en que CFE, dentro de sus facultades, apoye a considerar términos que permitan la mejor inclusión de productore­s”.

LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS

Así, mientras la CFE ha dejado las cosas como están, el Gobierno de Coahuila se sacó de la chistera una Impulsora que sustituirá a la Promotora, con el fin de seguir administra­ndo la necesidad. Borrón y cuenta nueva.

Pero en el ínter ya se perdieron 783 millones 971 mil 040 pesos. Una raya más al tigre.

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