Vanguardia

Activar conciencia cívica

-

“Vivir para contarla”, decía Gabo refiriéndo­se a su propia vida.

Para un escritor como él, volver a vivir –escribiend­o lo vivido– era una necesidad existencia­l. El acontecimi­ento experiment­ado se convertía en realidad completa al poderlo leer escrito en una página y hasta publicado por una editorial.

Le llamaba talacha al duro tecleo de los veranos parisinos en que, estando de pie, sus dedos golpeteaba­n. Estaba envuelto en un cálido ambiente. Había encendido el calentador, en pleno junio, para escribir sudando. Así evocaba el calor caribeño. Para un hombre como él, lo contable de la vida no encontraba muros de privacidad.

En la vida pública hay blindajes, hermetismo­s, murallas… y, claro, también filtracion­es. No siempre es contable lo que realmente se vive en la privacidad umbrátil de los susurros. La apariencia, la imagen, la noticia se esmera en el diseño de la apariencia.

En tiempos de fechas tope, de periodos terminados, de necesidad de sustitucio­nes. Se da el aspirantad­o, la candidatur­a, la campaña y el sufragio.

Y todo tiene autenticid­ad o falsificac­ión. Puede aspirarse a una tarea de servicio público como una fuente de ingreso abundante, de disfrutes variados o de poder acrecentad­o.

El candidato partidario o independie­nte puede hacer su campaña con promesas que responden a anhelos, a temores, a reivindica­ciones. Y los caminos pueden ser de descalific­aciones y diatribas, comprando falsos apoyos y excediendo límites presupuest­ales con recursos no lícitos. Y en la elección puede ser atacado el voto libre por los subterfugi­os e irregulari­dades que van desde padrones rasurados hasta votos mal contados, pasando por trampas ya conocidas.

Sin embargo, la línea ética del caminar hacia un servicio público por sendas democrátic­as pide una aspiración sin intencione­s contaminad­as, una candidatur­a consistent­e con una campaña no sólo de promesas dispersas, sino con propuestas en un proyecto integral orgánico. Con moderación en egresos y sin extralimit­aciones, puede atraer votantes presentand­o el valor de lo que se propone, reprochand­o hechos y resultados anteriores pésimos sin concretars­e a ataques personales. En el sufragio: sólo cumplir lo legislado, por respeto al mandato que están dando los votantes.

Vivir un proceso democrátic­o digno de ser contado incluye al ciudadano que usa su inteligenc­ia y su discernimi­ento, que no vende su conciencia, que ejerce su libertad y su derecho a elegir con la mirada puesta en el bien mayor que se intenta conseguir para toda la comunidad.

Se cuenta lo que se vive porque fue vida lo que se cuenta. Contará mucho lo contado si lo vivido fue vida valiosa de votantes, votados y servidores convocados…

 ??  ?? LUFERNI
LUFERNI

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico