LA CHAQUETA Y EL ABRIGO, NUEVAS PRENDAS NUPCIALES
El abrigo y la chaqueta se convierten en accesorios imprescindibles para una novia que decide casarse en estaciones y escenarios fresquitas. Raquel Ferreiro propone contraer matrimonio con una sofisticada “blazer” blanca ribeteada en raso y una elegante hilera de botones. “Me gusta innovar, mi intención es hacer vestidos únicos, que se adapten a la personalidad de la novia, para que ese día además de guapa, sea ella misma”, explica. A Raquel Ferreiro, que le gusta inspirarse en la arquitectura de principios del siglo XX como el Art Decó, adora los tejidos naturales y los vestidos con movimiento, ligeros y cómodos, “los que te permitan disfrutar de la boda”, añade esta joven diseñadora que también cose vestidos para las invitadas. Más rompedoras son las propuesta de novias de Cristina Piña, quien propone un fabuloso abrigo blanco adornado con flores de cristal y bolsillos de parche. Cristina Piña huye de los volúmenes excesivos y los brillos para construir una novia diferente, con un punto nostálgico e irreverente, inspirada en uno de los personajes femeninos de Wes Anderson, “adoro esa estética”, puntualiza. Amarillo, blanco, negro y rosa empolvado son los colores escogidos por esta diseñadora para confeccionar vestidos y blusas de corte lady y botonadura de estética militar, muchas realzadas con flores bordadas a mano, realizadas con lentejuelas y cristales de Swarovski. Otro fabuloso abrigo presentó Nihil Obstat, quien recupera la estética de los años 70 del pasado siglo y el poderío de Brigitte Bardot, Donna Summer o Farrah Fawcett para construir vestidos minimalistas, sencillos con siluetas desestructuradas. Junto al abrigo, lucen vestidos fluidos, capas y monos confeccionados con tejidos tecnológicos como el neopreno, el tafetán de seda, el punto de lana o el goergette, coloreados en un blanco luminoso de gran pureza. “La costura es un trabajo lento, artesano, de vital importancia para prendas especiales”,