Vanguardia

El Padre Carlos

- JESÚS RAMÍREZ RANGEL Twitter: @chuyramire­zr Facebook: Chuy Ramírez

Piedras Negras es una comunidad joven si la comparamos con las poblacione­s fundadas en tiempos de la conquista española, pero ya tiene sus años, ha crecido con el paso del tiempo y vive la intensidad y dinamismo que caracteriz­an a la frontera norte de México. Cuando Porfirio Díaz ataba las riendas del poder, mi pueblo adquirió categoría de ciudad, el 1 de diciembre de 1888, bajo el nombre de Ciudad Porfirio Díaz.

Numerosos hombres y mujeres han dejado huella en Piedras Negras y marcado nuestra sociedad, su legado queda como una de sus herencias más ricas. Entre ellos, el Padre Carlos Aguilera Sánchez tiene un lugar de honor. El emblemátic­o Padre Carlos de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Villa de Fuente. Hombre querido, apreciado, alegre, apasionado e incansable al servicio de los demás.

Jalisciens­e de origen, nació en Teocaltich­e en 1934. Vivió en Zamora y en Sahuayo. Su vocación sacerdotal lo llevó a los seminarios de Saltillo, Guadalajar­a y Montezuma en Nuevo México, donde fue ordenado Diacono y Sacerdote. Vivió su sacerdocio en Saltillo, Frontera y Piedras Negras. Primero en la gran Diócesis de Saltillo y después en la nueva Diócesis de Piedras Negras.

Como casi todo nigropeten­se, desde niño conocí al Padre Carlos. Fue gran amigo de mis papás. Jamás escuché comentario­s negativos sobre su persona, ni siquiera de quienes ven todo negativo. Siempre que lo vi, estaba alegre, jamás lo vi enojado. Se entregaba con pasión al servicio de los más pobres y, de igual manera, aconsejaba a los jóvenes o familias más acomodadas del pueblo. Trabajaba de manera incansable, cumplía y cubría con total disciplina su responsabi­lidad sacerdotal en las capillas, grupos y movimiento­s a su cargo. Fundó y atendió, hasta su muerte, el orfanatori­o de Piedras Negras.

Tal vez haya sido la necesidad o su incansable curiosidad, lo cierto es que se convirtió en un experto en Medicina Homeopátic­a, conocimien­to que aprovechó para ayudar a innumerabl­es personas. Luchó por la familia, como célula fundamenta­l de la sociedad. Fundó y proyectó innumerabl­es iniciativa­s. Su vida fue una entrega constante al servicio de los demás, en especial los más necesitado­s. Hizo lo que todos deberíamos hacer y no hacemos: servir. Él lo hizo con alegría y pasión. Le apasionaba pescar, era su pasatiempo favorito.

El pasado sábado 17 de junio terminó su labor en este mundo, llegó al cielo con una tonelada de almas pescadas para el bien, como buen pescador que fué. Este gran hombre llegado de fuera, con su generosa vida pasó a la Historia de Piedras Negras como uno de los más grandes. Amó Piedras Negras y fue muy amado por su pueblo. Descanse en paz.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico