Vanguardia

‘MI VIDA ENTRE DOS HOMBRES’

-

ESTIMADA ANA:

Soy una mujer de 45 años, casada y con tres hijos. Mi vida era muy normal hasta que entablé una relación de amistad con un compañero de trabajo. Nos conocemos desde hace varios años y hemos convivido a diario como compañeros desde hace más de 10 años.

Él también está casado y tiene dos niñas. Nuestra amistad se volvió cada vez más fuerte, tanto, que pasó a ser una necesidad. Empezamos a escribirno­s mensajes a diario, nos preocupába­mos uno por el otro, nos contábamos nuestras cosas personales y familiares, nuestros problemas y con el tiempo fuimos descubrien­do que nos estábamos enamorando.

Hace poco más de dos meses, en el empresa a él le dieron el cambio a otra ciudad, pero eso no fue impediment­o para seguir con nuestra relación, que increíblem­ente se volvió cada vez más intensa. Ahora cada que viene a ver a su familia, a veces cada semana o dos, nos vemos y llevamos una relación con todo lo que ello implica.

Ambos nos damos la habilidad para coincidir al menos un par de horas y nos damos cuenta que nuestros sentimient­os son los mismos, nos amamos, es todo tan hermoso entre nosotros, que nunca he sentido ningún tipo de remordimie­nto por absolutame­nte nada de lo que he hecho o dicho.

Él es el mejor hombre que he conocido en mi vida y él dice lo mismo de mí, piensa lo mismo que no y nunca ocultamos nuestros sentimient­os.

En cuanto a mi marido, todo coincide con que los últimos años nuestro matrimonio no iba del todo bien y estoy comenzando a creer que ya no hay amor entre nosotros, que todo se fue haciendo costumbre y caímos en una rutina que fue hundiendo cada vez nuestra relación de pareja.

Aquí el problema es que me ha sido imposible compaginar dos amores a la vez y por nada del mundo quiero perder a mi familia, pero de la misma manera, no quiero perder la otra relación, pues hasta ahora solo he recibido puras cosas buenas de su parte, me ha tratado como una reina, me escucha y me entiende, es evidente que lo que siente por mí no es algo pasajero, sino que hay algo serio y real entre nosotros.

Gracias a él, he descubiert­o muchos sentimient­os que creía olvidados, me he convertido en una mejor persona, pero me siento impotente porque no puedo disfrutar al cien por ciento de ambas relaciones.

Hay días en que solo quiero estar con él, pero mi familia regresa a mi mente y no me creo lo suficiente­mente fuerte para tomar una decisión de ese tipo, ¿qué puedo hacer? Gracias por su atención.

MAYRA

ESTIMADA MAYRA:

Todas las relaciones de amor combinan generalmen­te tres ingredient­es: la pasión, la intimidad y el compromiso y es lógico que si no se dan los tres elementos, será una relación que durará poco. Te sugiero que pongas en una balanza tu situación, pues al parecer lo que está sucediendo es que la pasión se está dando con el otro hombre pero a la vez el compromiso hacia tu esposo y tus hijos no te dejan decidir libremente.

Nadie tiene el derecho a juzgarte, pero lo más indicado es que tomes una decisión lo más pronto posible, pues de un momento a otro, todo puede caerse y la situación será de lo más incómoda y complicada para todos.

ANA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico