Trump Jr. sabía que Rusia quería ayudar a su padre
WASHINGTON.- La trama de colusión entre la campaña de Donald Trump y Rusia para influir en los resultados de las elecciones era puro rumor, especulación sin pruebas, hasta este martes.
Fue el hijo mayor del magnate, Donald Trump Jr., el que se encargó de aportar la primera prueba de la posible colusión con el Kremlin para derrotar a Hillary Clinton al lanzar a la opinión pública una serie de correos electrónicos que confirman no sólo que se le ofreció ayuda directa de allegados al Gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin, para favorecer a la campaña de su padre, sino que aceptó de buena gana.
En ellos se leía la voluntad de una “abogada del Gobierno ruso” de “entregar a la campaña de Trump documentos e información oficial que podría incriminar a Hillary” y que “podría ser muy útil” para el magnate, “información confidencial y de muy alto nivel, parte del apoyo de Rusia y de su Gobierno”.
La oferta del Kremlin para conspirar estaba hecha. En lugar de avisar a los servicios de inteligencia del país para denunciar el intento de injerencia, Donald Jr. se prestó a la colusión. “Si es lo que dices, me encanta. Especialmente para más adelante, en el verano”, respondió, según los mensajes.
Seis días después de ese primer contacto se reunía con una abogada rusa, Natalia Veselnitskaya, en la Torre Trump, acompañado de su cuñado Jared Kushner y el jefe de campaña, Paul Manafort, hecho que destapó The New York Times y que, cada día que pasaba, desestabilizaba un castillo de naipes que terminó por caer.
NIEGA TENER INFORMACIÓN
Del encuentro con Veselnitskaya no habría salido nada interesante –la abogada aseguró en una entrevista a NBC que nunca tuvo información de Clinton y que no era una enviada del Kremlin– pero la confesión del hijo de Trump podría ser el primer paso para incriminarle.
APLAUDE TRANSPARENCIA
“Mi hijo es una persona de altos atributos y aplaudo su transparencia”, sostuvo el presidente Donald Trump en un comunicado leído por la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Sarah Sanders, ante los periodistas.
Según todas las versiones, el magnate nunca supo nada de la reunión. “No había nada que decirle”, resumió su hijo.