4. ¿Cómo se mueve la baraja de presidenciales de EPN?, Narro sigue en la terna: Loret de Mola.
Tras la Asamblea del PRI el fin de semana, la pregunta más repetida es: a quién elegirá el Presidente Peña como candidato a sucederlo.
Tiene varias cartas (hoy).
Hay un primer grupo de tres que resultan beneficiados por la apertura del PRI a que su candidato presidencial pueda no ser militante, tres que podrían pasar la prueba anticorrupción tan relevante para el elector:
Meade. Está de moda, tras la apertura ciudadana priista. Si ésta no sucedía, Meade estaba fuera. Era condición necesaria, mas no suficiente. El secretario de Hacienda es una especie de “orgullo del establishment”, cuando el pasa por un momento de mala fama. Meade no tiene escándalos de corrupción y es bien visto por sectores de la sociedad que lo colocan como la opción de Peña Nieto para conformar una alianza de centroderecha que busque mantener el poder y enfrentar a López Obrador.
Narro. El secretario de Salud sería su apuesta por conquistar a la centroizquierda. También intocado por escándalos de corrupción, lo visualizan como una suerte de Bernie Sanders que conectaría con los jóvenes tras su rectoría en la UNAM. Antes del fin de semana era el de moda.
Nuño. El más joven de los suspirantes priistas, que podría también conectar con este sector del electorado. No trae manchas de corrupción, ganó popularidad por enfrentarse a la CNTE y aunque tras los hechos de Nochixtlán parecía sepultado, logró sacar de nuevo la cabeza con una serie de atractivos programas educativos que lo tienen en el reflector.
Hay un segundo grupo, el de los más poderosos del gabinete, el de los que están más cerca del presidente, el de los grandes rivales:
Osorio Chong. Se le fue “El Chapo”, lo han acusado de mil cosas, está peleado con casi todo el gabinete, la inseguridad alcanza niveles récord, pero el secretario de Gobernación no puede descartarse por tres razones: es el mejor posicionado en las encuestas, operó como quería su jefe la elección en el Estado de México y es la opción de “juego rudo” si el presidente quiere quedarse Los Pinos a golpes y codazos.
Videgaray. Él dice que no quiere y desde que fue el gran ausente en la Asamblea priista muchos le empezaron a creer. Había salido del Gobierno y con ello de la baraja, pero gracias a su desempeño ante la crisis que implicó el triunfo de Trump se ha ganado incluso la admiración de muchos sectores. Si lo que quiere Peña Nieto es tener una baraja lista para cada escenario que se le pueda presentar, podrían pasar cosas que vuelvan a Videgaray una alternativa. Pero también… Eruviel. Mantuvo el estado que gobierna para el PRI. Era su condición necesaria, mas no suficiente. Pero esto, lejos de impulsarlo, parece haberlo desdibujado. ¿Dónde está Eruviel? Él sería un guiño al PRI, una apuesta por un priista tradicional en un momento en el que la estrategia presidencial para el 2018 descansa mucho en el voto duro de su partido.
De la Madrid. El secretario de Turismo es el único que se autoincluyó en la lista. Impensable sin el visto bueno de su jefe. Quizá el más rezagado de los aspirantes, aunque sin duda delante de dos que estaban y últimamente dejaron de ser tema: Calzada y Rosario Robles.
Sigo pensando que el Presidente esperará para destapar. A ver qué vientos soplan cuando tenga que tomar la decisión.
SACIAMORBOS Y al que le toque, arrancar en tercer lugar en las encuestas y enfrentar el descrédito de partido y Gobierno. www. vanguardia. com.mx/ diario/opinion
BEATRIZ MOJICA MORGA
>Lozoya, “El Tío” y la economía criminal
ANA LILIA HERRERA ANZALDO
>Un PRI más competitivo Himenia Camafría, madura señorita soltera, tocaba por afición el piccolo, pequeña flauta cuyo nombre italiano (se pronuncia “pícolo”) significa pequeño, corto, chico. Había aprendido ese arte de su papá, atrilista en la banda municipal de Cuitlatzintli, quien compuso varias piezas para el instrumento, entre ellas “El Cenzontle Enamorado” y “Los Silbos del Pastor”. Una tarde Himenia recibió en su casa a don Añilio, un viudo que empezó a cortejarla al día siguiente de haber dado cristiana sepultura a su esposa. La señorita Camafría le ofreció al visitante un petisú acompañado por un té de toronjil, delicias locales que el provecto galán disfrutó cumplidamente. Terminado el piscolabis Himenia le dijo a su invitado: “Querido amigo: me gustaría tocarle el piccolo”. “Be my guest –replicó don Añilio, que había hecho la high school en Pecos, Texas-. Proceda usted con la mayor confianza. Pero una cosa debo advertirle: no es tan piccolo”… Una mujer le informó a la joven trabajadora social: “Soy casada y madre de 15 hijos”. “¡Caramba! —bromeó la muchacha—. ¡Se marido debe tener un condominio!”. “No sé si lo tenga —replicó malhumorada la señora—. Pero si lo tiene nunca se lo ha puesto”… Doña Macalota escuchó un fuerte golpe y luego una sonora maldición. Corrió a la sala donde su esposo don Chinguetas estaba tratando de poner un clavo para colgar un cuadro, y vio a su marido saltar al tiempo que se oprimía el dedo pulgar de la mano izquierda. Le preguntó, asustada: “¿Te golpeaste con el martillo?”. “No —respondió don Chinguetas apretando los dientes—. Estoy aprendiendo a baila la jota aragonesa”… Ya conocemos a Augurio Malsinado, uno entre los centenares de personajes que forman el variado elenco de esta heteróclita columna. Un hado adverso persigue a ese señor y lo hace objeto toda suerte de quebrantos. La semana pasada, por ejemplo, un vendedor de libros atacó sexualmente a su esposa en el domicilio conyugal, valido de la circunstancia de que estaba sola en la casa. “Y eso no fue todo —narraba luego don Augurio—. Después de haber hecho lo que hizo, el individuo le vendió a mi mujer una enciclopedia”. O sea que el infame añadió la injuria a la ofensa. Muchos países sufren los efectos de la corrupción, pero en México añadimos a esa perniciosa lacra un mal mayor, el de la impunidad, por el cual en su inmensa mayoría los corruptos pueden andar libres y gozar tranquilamente la fortuna que labraron con sus latrocinios. Ciertamente algunos de esos saqueadores del erario están ya tras las rejas, pero por cada uno que ve la luz a cuadros andan libres docenas de pillos que en la función pública o la representación sindical se han enriquecido de tal modo que sus descendientes podrán vivir sin trabajar, lujosamente, hasta la séptima u octava generaciones. México debe ser el país más poderoso del mundo, pues sigue existiendo a pesar de la cáfila de sinvergüenzas que desde hace muchos años han hecho de la República un botín. La lucha contra la impunidad debe ocuparnos tanto como el combate contra la corrupción. De otra manera nuestro País seguirá siendo presa de quienes usan el poder para medrar. Y ya no digo más porque estoy muy encaboronado… Doña Panoplia de Altopedo viajaba en su automóvil por el campo cuando vio a un chamaquito que iba estirando penosamente un toro enorme. Se detuvo y le preguntó: “¿Qué haces, buen niño?”. Respondió él: “Llevo este toro a que monte una vaca”. Preguntó de nueva cuenta doña Panoplia, molesta al ver los ímprobos esfuerzos del pequeño: “¿Y qué eso no puede hacerlo tu papá?”. “Quizá sí– respondió el niño—. Pero creo que la vaca preferiría al toro”… FIN.