TLCAN: ¿cuáles son las alternativas?
Mientras el proceso de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte “avanza” –sin que registre progresos significativos– la posición del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, parece endurecerse y plantear como única conclusión posible la ruptura del acuerdo.
“Probablemente será renegociado (el TLCAN), pero si no es renegociado de manera exitosa para que sea justo para Estados Unidos entonces será terminado”, ha dicho Trump en una reciente entrevista concedida a la cadena televisiva Fox.
¿Qué significa que el Tratado sea “justo” para los Estados Unidos? ¿Qué sólo ellos obtengan ganancias de las reglas regionales de intercambio comercial? ¿Que su balanza comercial resulte superavitaria en todos los rubros que participan del Tratado? ¿Que los productos estadounidenses puedan ingresar a México y Canadá libres de aranceles pero no al revés?
Las preguntas anteriores parecerían incluso absurdas porque claramente no puede considerarse “justo” un acuerdo comercial que sólo beneficia a una de las partes. Pero en la “era Trump” la línea entre lo que clásicamente ha sido considerado “racional” y el absurdo se ha difuminado.
Hace ya tiempo ha quedado claro que el “estilo” de Trump consiste en proponer algo y luego pelearse tercamente con la realidad para perseguir su realización, sin importar cuántas veces se les confronte con la realidad. A partir de esta “lógica”, su solicitud de “justicia” en el acuerdo trilateral puede significar, literalmente, cualquier cosa.
Tal circunstancia obliga a considerar las alternativas que México tiene frente a si, de cara a la posibilidad de que, tras las negociaciones actualmente en marcha, el magnate neoyorkino decida dar por concluido el acuerdo con nuestro País y Canadá.
En este sentido, el exsecretario de Economía, Luis Ernesto Derbez Bautista, ha planteado la posibilidad de dar un giro de 180 grados y voltear a ver al sur, es decir, restablecer los aranceles a los productos de los Estados Unidos, encareciendo con ello su importación, y negociar tasas preferenciales de intercambio comercial con países de Sudamérica como Brasil o Argentina.
La propuesta del exfuncionario federal implica una especie de “voltearle la tortilla” a Trump haciéndole ver cómo la terminación del TLCAN sería incluso más perjudicial para su propio país que para sus socios comerciales y que la pretendida “injusticia” que hoy caracteriza al acuerdo es sólo un punto de vista sumamente sesgado de la realidad.
Más allá de la pertinencia de la propuesta realizada por Derbez, lo cierto es que nuestro País se encuentra ante la necesidad –o la oportunidad, según se vea– de buscar alternativas que nos permitan reaccionar frente a la amenaza que representan la locuaz política exterior de los Estados Unidos en este momento.
Sudamérica, Asia, África, Europa, la expansión del mercado interno. Las posibilidades son variadas y tendríamos que considerarlas todas con seriedad a fin de escoger, en el plazo más breve posible, uno o más cursos de acción que nos permitan escapar de la política chantajista de la Casa Blanca.
Nuestro País se encuentra ante la necesidad de buscar alternativas que nos permitan reaccionar frente a la amenaza que representan la locuaz política exterior de EU