Un nuevo Gobierno es renovación
Llegó la hora de la renovación del Poder Ejecutivo Estatal. Justamente en una semana Miguel Riquelme rendirá protesta como Gobernador del Estado Independiente, Libre y Soberano de Coahuila de Zaragoza.
Nuestra entidad debe consumar en paz el relevo institucional, y mantener el paso en materia de crecimiento económico, generación de empleo, bienestar, seguridad, educación, así como fortalecer los aspectos de salud, y seguir impulsando el respeto al medio ambiente.
La inercia es muy positiva en cuanto a fortaleza económica. Hay que mantenerla, y si se puede, aumentarla. Somos una economía, lo hemos dicho reiteradamente en este espacio, con gran capacidad para expandirse, porque tenemos una extraordinaria mano de obra, cada semestre egresa de nuestras escuelas superiores, facultades, y universidades miles de profesionistas y técnicos, además los recursos naturales con que contamos son una gran ventaja competitiva, minerales, principalmente, sin dejar de mencionar nuestras cadenas productivas integradas.
Tenemos todo para seguir avanzando. Una red carretera amplía y estratégica. Somos competitivos a más no poder. Una potencia exportadora. Eso tiene que seguir.
En nuestra entidad los jóvenes saben que tienen futuro. Por eso hay causa y efecto en la creación de más universidades. Hay más demanda de lugares, y más crecimiento de espacios.
Nuestra juventud es estudiosa y emprendedora. También con gran talento deportivo, ahora con gran cantidad de espacios y complejos para desarrollar sus habilidades. El gusto por la cultura y las artes tiene también un gran respaldo desde el gobierno estatal. Sin duda que con Riquelme los jóvenes seguirán siendo centro de las políticas públicas. El nuevo Gobernador es producto de la educación pública y tiene un probado compromiso con su impulso y mejora.
Hay razones fundadas para ser optimistas sobre el nuevo gobierno, porque quien lo encabeza es un hombre con probada vocación por el servicio público, y con logros muy importantes en todos sus cargos anteriores, destacando su legado como alcalde de Torreón.
La capacidad política de Miguel Riquelme nos garantiza que desde el primer momento de su gobierno buscará promover la unidad entre los coahuilenses. La reconciliación de quienes fueron adversarios en la contienda electoral es un paso fundamental para alcanzar la cohesión y armonía que hoy requiere Coahuila.
Riquelme es político consumado. Privilegia el dialogo y la suma de esfuerzos. Es un líder nato, que habrá de ejercer el poder lo mismo con eficiencia y pericia, que con responsabilidad y firmeza.
Pero destaca sobradamente su actitud plural e incluyente. Un perfil acorde para un escenario de gran competencia política, como la vivida en este año, y la que se avecina en el próximo.
Ahora también está en consideración la realidad presente del mundo, y de nuestro país.
Son momentos en que se demanda de una capacidad de análisis y diagnóstico que esté muy por encima de visiones parciales o partidistas. Miguel Riquelme actuará en consecuencia con esta premisa para construir un gobierno exitoso.
Los liderazgos sociales, los mismos actores políticos, los empresarios, los ciudadanos tienen una gran expectativa en el nuevo gobierno. En su apertura, en su transparencia, en su capacidad de gestión de recursos federales, y en la ejecución de las obras y proyectos derivados de la inversión pública.
Venimos de una administración – la saliente- de mucho orden y disciplina en lo financiero, para poder superar los retos adversos. Que también fue muy eficiente en el cumplimiento del proyecto de gobierno diseñado para estos seis años recientes.
Por todo ello hay un reconocimiento muy sentido hacia la obra de Rubén Moreira Valdez.
Hay también, se debe decir, un agradecimiento especial a muchas de sus acciones que en lo colectivo fueron cruciales para Coahuila, tal como la destacada estrategia contra la inseguridad.
La fina manera de hacer política promoviendo e impulsando a cuadros que originalmente, o en buena parte de su gestión no aparentaban ser afines, es también una muestra de la estatura política del gobernador saliente. Hoy por hoy termina con muchos más aliados de los que tenía al inicio de su gubernatura. Bien por él.
Llegó el momento. Un nuevo Gobierno es renovación. Seamos participes de esta nueva época de progreso para Coahuila. Desde nuestra posición de ciudadanos saludemos con beneplácito a nuestro nuevo Gobernador.