El componente ciudadano
Hace unos días en una entrevista de radio me preguntaron sobre el panorama político de Coahuila, previo a la decisión del Tribunal Federal Electoral (TEPJF) en relación a la elección de Gobernador en Coahuila. Pues prevalece un ambiente de incertidumbre. Las decisiones del Instituto Nacional Electoral (INE), que han sido corregidas por el TEPJF, abonan a ello. Esta confrontación entre el órgano que coordina las elecciones y dictamina lo referente a los gastos de campaña de los candidatos y el tribunal electoral, aviva la perplejidad y la incredulidad de los ciudadanos en las instancias electorales, incluidas las judiciales. Cuando me entrevistaron faltaban 15 días para la toma de protesta del nuevo Gobernador (1 de diciembre), hoy estamos a una semana y aún no se decide quién ganó la elección.
Los tiempos actuales exhiben situaciones de indecisión inauditas. En el País, el proceso electoral federal ya arrancó, y los partidos políticos nacionales siguen entrampados. No hay claridad de quiénes los abanderaran como candidatos presidenciales y el próximo 14 de diciembre arrancan las precampañas. Salvo en el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel está muy perfilado. En el PAN, aunque Ricardo Anaya es el más posicionado, este partido todavía no ha concluido la conformación del Frente Ciudadano. Dicha historia todavía no llega a su fin, falta saber quiénes serán los candidatos. Mientras tanto, Margarita Zavala abandonó al PAN y anda consiguiendo firmas para ser candidata independiente.
Por su parte, Moreno Valle, exgobernador de Puebla, quiere ser candidato del Frente Opositor. Por el lado del PRD, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, y el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, ya levantaron la mano. Mientras tanto, seguimos en la incertidumbre. Aunque ya acordaron Anaya, Barrales y Dante constituir el Frente “Ciudadano”, hay una evidente ausencia de ciudadanía. Ni siquiera las militancias de los partidos constituyentes participaron en la toma de la decisión. Y todavía falta que acuerden quién abanderará el Frente.
Por el lado del PAN, he leído y escuchado diferentes opiniones sobre la salida de Margarita. Hay quienes sostienen que no le afectará al blanquiazul. En relación con esto, recuerdo un comentario que en alguna ocasión le escuché a Luis Donaldo Colosio, cuando le afirmaban que no era preocupante la posible salida de Manuel Camacho del PRI. Decía que el expresidente Miguel de la Madrid le comentó que estaba arrepentido de haber hecho caso a las voces que decían que la salida del tricolor de Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz no afectaría al partido. ¡Y casi ganaron la Presidencia! Hasta se cayó el sistema. El tiempo nos dirá si no le afectará al PAN lo de Margarita Zavala y del expresidente Felipe Calderón.
En el tricolor, se siguen mencionando los nombres de José Antonio Meade, Miguel Ángel Osorio Chong, Aurelio Nuño y José Narro Robles, y agréguele a Enrique de la Madrid, Ivonne Ortega y Manlio Fabio Beltrones. El tiempo de los partidos para definir a sus candidatos se agota y la indecisión de quién será el candidato aún permea en el ambiente. Estamos a menos de tres meses para que terminen los tiempos de las precampañas y todavía se mencionan muchos.
En estos escenarios de incertidumbre hay un gran ausente: el componente ciudadano. En Morena sólo decide Andrés Manuel López Obrador y unos cuantos allegados. El exdiputado federal por el Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña, este fin de semana se lamentaba del nulo debate que se dio en la asamblea de ese partido, y añoró las discusiones en el PRD. Dicho partido está muy lejos de los ciudadanos. Y de los partidos tradicionales, ni se diga.
Frente a esta ausencia de ciudadanía en los partidos políticos, a pesar de los intentos de postular “candidatos ciudadanos”, habrá que escuchar las voces que precisan que a Dios lo que es de Dios, al César lo que es del César y a la ciudadanía lo que es de la ciudadanía. En esta etapa del País, en pleno Siglo 21, construir ciudadanía es la tarea pendiente. Pero esto no lo pueden hacer ni los partidos políticos ni el Gobierno. Sólo es tarea de los ciudadanos. Y así como para que haya democracia, debe haber demócratas; para que haya ciudadanía, debe haber ciudadanos.