‘JIM Y ANDY’
El mes pasado recomendamos en este espacio el documental original de Netflix “La vida y muerte de Marsha P. Johnson”, de David France, en ocasión de su estreno mundial a través de esta plataforma.
Este trabajo que se enfocaba en la búsqueda de la verdad detrás de la misteriosa muerte en 1992 de la activista afroamericana y transgénero Marsha P. Johnson asentada en Nueva York, desde que fue una de las pioneras del movimiento del orgullo gay a finales de la década de los 60, a través de material y entrevistas inéditas, volvió a ser noticia en días pasados cuando la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood dio a conocer que se encuentra en una lista de 170 documentales, considerados para ser parte de la lista de cinco trabajos de este género nominados al Mejor Largometraje Documental del 2017 a entregarse el próximo mes de marzo del 2018.
Esa lista incluye de igual manera otro largometraje de reciente estreno en esta plataforma que irónicamente podría ser el primero que le dé al actor Jim Carrey, en el género documental la nominación al Oscar que hasta la fecha se le ha negado como Mejor Actor por trabajos sobresalientes en el drama como lo han sido “El Show de Truman” (Peter Weir, 1998); “El lunático” (Milos Forman, 1999) o “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos” (Michel Gondry, 2004) precisamente por sacar a la luz un material inédito por casi 20 años combinado con una entrevista reciente realizada por el director de esta pieza, Chris Smith, y que se centra precisamente en el período en el que Carrey adoptó el personaje real de Andy Kaufman en la mencionada “El lunático”.
El documental en cuestión se titula por lo mismo “Jim y Andy” (en inglés se incluye el largo subtítulo de “El Más Allá, incluyendo una obligada mención contractual a Tony Clifton”) y sorprende desde sus primeras imágenes, al tener justo a Jim Carrey con una larga barba canosa hablando hacia la cámara y recordando a través del material inédito que los estudios Universal produjeron “El lunático” y no le permitieron dar a conocer en su momento para que el público no tuviera una opinión adversa del actor taquillero, que por entonces era al reflejar dichas imágenes el proceso vivencial que tuvo como actor al convertirse en Andy Kaufman, el comediante al que admiró en su momento por la irreverencia y actitud políticamente incorrecta y que falleció aún muy joven de cáncer.
Así, en lo que Carrey cuenta los paralelismos que tiene su vida con la que tenía Kaufman y entre otras cosas coincidió en lo profesional que ambos formaron en sus respectivas épocas parte del famoso programa “Saturday Night Live”, somos testigos de cómo creativos como nada menos que el prestigiado director dos veces ganador del Oscar Milos Forman (“Atrapado sin salida”; “Amadeus”) llega a un punto que no sabe cómo controlar a un actor que aunque escogió consciente de que era el apropiado para el papel de Kaufman como Carrey tan se mimetizó en el personaje (o personajes que interpretaba Kaufman en sus famosos sketches) que no sólo seguía siendo él al cortar la escena sino que se lo llegó a llevar incluso a la mansión Playboy del recién fallecido Hugh Hefner.
“Jim y Andy”, por tanto, es un documento que pueden disfrutar tanto los fanáticos del actor, quien ha estado fuera del ojo público por tragedias personales, como los interesados en el oficio actoral.