¿Coahuila será primero…?
“Cuando los elefantes se pelean, la hierba es la que sufre”. Proverbio africano
La finalidad esencial del Estado es alcanzar el bien común, es decir el bienestar generalizado, el desarrollo integral de quienes viven en su espacio llamado territorio. El espectáculo politiquero que hoy está en plena efervescencia, para lo único que sirve es para alimentar el morbo y la chismografía de quienes gustan de esto. El viernes de la semana pasada tomó posesión del cargo el Sr. Miguel Riquelme Solís, quien por los próximos seis años será el gobernador de Coahuila. No viene precedido de las mejores cartas de presentación. Llega con un lastre de interrogantes a cuestas, emanado de un proceso electoral marcado por el desaseo. La aplanadora priista mostró su arsenal de corruptelas y sus aliados lo premiaron por ello, es decir el IEC y los dos tribunales de la materia. Tuve nauseas cuando escuché al pleno del órgano jurisdiccional federal desechando uno a uno los agravios presentados por la oposición, con ello ningunearon al INE, le machacaron con su sentencia que es un completo inepto en su función de fiscalizador del gasto de los partidos políticos y sus candidatos en campaña. Y con ello nos adelantaron que en el proceso eleccionario del 2018 el PRI tiene carta blanca para repartir todas las tarjetas rosas que le venga en gana, y cuanto se le ocurra, para allegarse las preferencias del sufragio. El tribunal de más jerarquía le hizo saber que es intocable y que cuenta con su protección absoluta. Impunidad garantizada. La oposición sabe hoy que los abusos estarán al orden del día y que sus denuncias no pasarán de eso. ¿Quién será en los hechos el árbitro de la elección?
Volviendo al Gobierno que inició este 1 de diciembre. Por la prensa nos hemos enterado de quienes acompañarán al gobernador Riquelme en su gabinete. Entre ellos hay personas cuyo divorcio con la ética es público y sabido. Nos queda claro que por mandato de ley el Gobernador puede integrar a quien le parezca, y que el asunto es de su absoluta incumbencia, sin embargo, también pasa a ser del interés público, porque los actos de esas personas impactarán a la comunidad. Y si como ha dicho va a trabajar para todos y estima importante la reconciliación, vale la pena que lo demuestre en los hechos. En la administración anterior, dado el talante de su titular, no hubo dialogo de por medio, ni interés alguno en abrir canales de comunicación y sobre todo de voluntad genuina de entenderse con los actores políticos que no formaban parte de los aliados del régimen. Y esto no le hizo ningún bien a Coahuila. Empobreció más nuestra mermada democracia. No existiendo, infortunadamente, equilibrios institucionales en la entidad, sería de desearse que el gobernador Riquelme los propiciara, que fuera él quien diera el primer paso. Las divergencias siempre van a existir y más pero mucho más, en un ámbito tan controversial como el político. El Gobernador en turno puede, si está dispuesto, conciliar esas diferencias abriéndole la puerta al diálogo constructivo que no es más que el instrumento
para escucharse y discutir con civilidad y buena leche las propuestas del de enfrente y con ello llegar a acuerdos transparentes que permiten arribar a la colaboración. Colaborar es buscar el bien común sin interferencias de mezquindad, es abonar al mismo afán de progreso de la comunidad a la que sirves. Colaboración es infinitamente mejor que cerrazón y tiene que fluir de los lados. Colaborar es privilegiar la solución de los problemas reales que aquejan a la ciudadanía sin protagonismos insulsos… ah… y sin “moches” y prebendas de por medio, porque entonces ya es negocio y corrupción. El PRI tiene décadas gobernando Coahuila y ha desarrollado una serie de males propios de esa circunstancia, no es sano que se niegue a revisarlos y a corregirlos. Hoy llega al poder de nueva cuenta, pero mermado, casi la mitad de quienes votaron no lo hicieron por su otrora candidato, ni tampoco va a tener un Congreso cuadrado a sus órdenes. Y las finanzas andan por la calle de la amargura. La deuda pública generada por el primer Moreira y solapada por el segundo, es asfixiante. Y la oposición con la que tendrán que lidiar no es miel sobre hojuelas. Por eso es tan importante que el gobernador se siente a dialogar ya.
Asignaturas pendientes siempre van a haber y también complicidades inmundas. Superar estas últimas no es tarea simple si la ciudadanía no abandona su papel de espectador y exige a los gobernantes en turno y a la oposición que se dejen de dimes y diretes y agarren de una vez por todas al toro por los cuernos, y resuelvan a favor de quienes cubren su paga. Así de llano. Eso es cambio. www. vanguardia. com.mx/ diario/opinion
ENRIQUETA CABRERA
> Trump el destructor: Israel-palestina y TLCAN-MÉXICO
WALTER ASTIÉBURGOS
> Ciberataques rusos contra México en 2018
LETICIA BONIFAZ
> ¡Felicidades, Julia! Me gustaría decir que mi ciudad amaneció hoy vestida de novia. Pero eso ya se ha dicho. Me gustaría decir que la cubrió un blanco sudario. Pero eso ya se ha dicho. Me gustaría decir que despertó bajo un albo y silencioso manto. Pero eso ya se ha dicho. Me gustaría decir que anticipadamente tuvimos una Blanca Navidad. Pero eso ya se ha dicho. Diré entonces solamente: “Ayer nevó en Saltillo”. Para decirlo no se necesitan más palabras que las muy silenciosas de la nieve. En el momento en que esto escribo están hablando para mí. Y lo que me dicen no se ha dicho nunca.
¡Hasta mañana!...