INICIA CON INCERTIDUMBRE
EL NÚMERO UNO DEL MUNDO DEBUTA EN AUSTRALIA CON LOS OJOS DEL MUNDO PUESTOS EN SU RODILLA DERECHA Y EN SI LE PERMITIRÁ TENER UN AÑO DE ÉXITOS COMO EN EL 2017
MELBOURNE.- El principal rival de Rafael Nadal en el Abierto de Australia será, como tantas veces en su carrera, su propio físico. El español llega al primer Grand Slam de la temporada con una sensación ambivalente: es el número uno del mundo tras un 2017 soñado, pero el estado de su rodilla derecha lo tiene con una mueca de fastidio.
Nadal despidió la temporada pasada cojo, arrastrándose en la pista ante el belga David Goffin en el Masters de Londres por culpa de la sobrecarga del tendón rotuliano de su rodilla.
“Vengo de un tiempo sin entrenar al máximo, pero con un recuerdo muy bueno del tenis que estaba jugando en 2017. Si soy capaz de arrancar bien el torneo creo que puedo estar preparado”, señaló Nadal.
El número uno debutará ante el dominicano Víctor Estrella Burgos y encabezará una parte superior del cuadro menos peligrosa que la baja, donde se aglomeran Roger Federer, Novak Djokovic, Juan Martín del Potro y Alexander Zverev.
Los rivales a priori más duros en el sector de Nadal son Marin Cilic, al que podría enfrentar en cuartos de final, y el búlgaro Grigor Dimitrov, posible rival en semifinales.
El español, con la experiencia que le dan sus 31 años, asegura que si no estuviera en condiciones no estaría en Australia.
Nadal llega con un “look” rejuvenecido, ya que volverá a jugar con una camiseta sin mangas por primera vez en diez años.
Llevo diez días de entrenamientos a buen nivel y espero estar listo, preparado. Creo que puedo jugar bien”. Rafael Nadal.