Un año de hostigar a los migrantes
WASHINGTON.- En su primer año de mandato en Estados Unidos, Donald Trump atemorizó a millones de indocumentados al llevar al papel su discurso antiinmigrante con planes ansiados por los conservadores como cancelar el DACA y TPS, aunque ha chocó con la realidad a la hora de materializar medidas como el muro con México.
El magnate dejó sentadas las bases de su política migratoria desde el día en el que anunció su candidatura a la Presidencia, en junio de 2015, al proponer levantar un “gran muro” en la frontera con México, país desde donde mandaban, en su opinión, “drogas, el crimen y los violadores”.
Cinco días después de llegar al cargo firmó dos órdenes ejecutivas para detener al mayor número posible de indocumentados y deportarlos sin demora y retirar fondos federales a las ciudades que rechazaran colaborar en este objetivo.
A la espera de los fondos del Congreso para llevarlas a cabo, el “efecto Trump” sí quedó patente en una reducción del 26 por ciento en la llegada de inmigrantes a la frontera.
CONTRA ‘DREAMERS’
En septiembre anunció la cancelación de DACA, que amparaba a 690 mil jóvenes, aunque un tribunal federal anuló temporalmente esta medida. A finales de año, Trump decidió no renovar el TPS a 195 mil salvadoreños, 58 mil haitianos, 5 mil 500 nicaragüenses y un millar de sudaneses.
ERIGE PROTOTIPOS DEL MURO FRONTERIZO
El proyecto del muro con México no avanzó demasiado porque el Congreso no le ha dado los fondos requeridos, y por ahora debe contentarse con los ocho prototipos que se han levantado en San Diego (California), ni tampoco los recursos para su “fuerza especial de deportación”, que iba a contar 10 mil agentes extras en el Servicio de Inmigración (ICE) y 5 mil en la Patrulla Fronteriza.
En el caso de las ciudades y condados que se declararon santuario, no colaboran con ICE y protegen a los indocumentados, el Presidente intentó infructuosamente cancelar fondos federales destinados a las fuerzas de seguridad.