Amenaza de guerra comercial por arancel al acero y aluminio
La medida causa pánico en inversionistas y alerta en la industria de México, China y UE
WASHINGTON, EU.- La imposición de un nuevo arancel de 25% a las importaciones de acero y aluminio en Estados Unidos, anunciada por el presidente Donald Trump para proteger su industria local, amenaza con desatar una guerra comercial con China y la Unión Europea que tendría resultados desastrosos para todos, incluyendo México.
La medida trasciende el plano económico, con todas las señales negativas que representa para el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y se inscribe en el ámbito geopolítico.
A fines de enero, Estados Unidos ya había impuesto aranceles a las importaciones de paneles solares y lavadoras procedentes de China y Corea del Sur.
Al comenzar febrero, Wilbur Ross, secretario de Comercio, recomendó restringir las importaciones de acero y aluminio, como resultado de una investigación efectuada bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, que avala limitar las importaciones con el argumento de la “seguridad nacional”, una medida que frecuentemente es descrita como la “opción nuclear” en las relaciones comerciales.
CAEN ACCIONES
Las acciones sufrieron un fuerte desplome luego del anuncio de la aplicación de aranceles a las importaciones de acero y aluminio.
Los índices bursátiles oscilaron entre ganancias y pérdidas modestas al principio de la jornada, hasta que al mediodía el presidente estadounidense les dijo a ejecutivos de la industria que ellos “tendrán protección por primera vez en mucho tiempo”, y que él planea imponer aranceles a un 25% de las importaciones de acero y a un 10% de las importaciones de aluminio la próxima semana.
El promedio industrial Dow Jones cayó 420,22 unidades, 1,7 por ciento, a 24.608,98, mientras que el compuesto Nasdaq perdió 92,45 puntos, 1,3 por ciento, a 7.180,56.
AUTOMOTRICES PROTESTAN
En Estados Unidos, la Asociación Global de Fabricantes Automotrices (Global Automakers) externó su preocupación por el anuncio.
“Los fabricantes de automóviles y los consumidores estadounidenses se llevarían la peor parte causada por un incremento de precios de los dos metales esenciales para la fabricación de autos y camiones en Estados Unidos”, manifestó John Bozzella, presidente y CEO de Global Automakers, a través de un comunicado. La asociación agrupa a armadoras como Honda, KIA, Toyota, Suzuki, Nissan, Hyundai, Aston Marin, Maserati, Mclaren y Ferrari, así como a fabricantes de autopartes como Bosch, Denso y Delphi, entre otros.
Global Automakes advirtió que muchos de los beneficios de la reforma fiscal y otras iniciativas para revivir a la industria manufacturera en Estados Unidos podrían verse disminuidas por la decisión sobre el acero y el aluminio.