SOLO UTILIZAMOS EL 10% DE NUESTRO CEREBRO
Es uno de los mitos más antiguos y extendidos, hasta el punto de contar con su propia entrada en Wikipedia. Pero cada vez que se desmiente, vuelve a resurgir.
Si en una charla nos dicen que solo usamos el 10% de nuestro cerebro, nos están engañando. Y si nos dicen lo mismo en un entorno laboral, probablemente quieran explotarnos.
En realidad utilizamos casi todo nuestro cerebro la mayor parte del tiempo y, solo cuando estamos en completo reposo se puede registrar un porcentaje muy bajo de actividad neuronal.
Lo que sucede es que no en todo momento usamos todas las partes del cerebro. Cada región cerebral es relevante y no sólo por su función principal, sino también por lo que implica para el funcionamiento del resto de las neuronas.
De ahí el empeño en evitar y tratar enfermedades en las que una parte de nuestro encéfalo se daña, como ocurre con el ictus. Si solo usáramos el 10%, las consecuencias de esas disfunciones no serían tan graves.
Es más, si todas las partes de nuestro cerebro funcionasen a la vez sería una catástrofe, dado que nuestro cerebro dispone de áreas con acciones y reacciones contrarias. Por ejemplo, no podemos estirar y flexionar a la vez nuestro brazo ni abrir y cerrar los ojos a la vez. De hecho, si ambos cosas sucedieran de manera simultánea la resultante sería una especie de crisis epiléptica.