Vanguardia

HABLARLE A DIOS EN LATÍN

En el templo Dulce Corazón de María, el padre Razo García oficia a la manera ‘tradiciona­l’

- CHRISTIAN MARTÍNEZ

n Saltillo, en la colonia Bonanza, se ubica una parroquia que predica la misa en latín y conserva las tradicione­s religiosas de una manera radical.

Allí las mujeres acuden con velo y los acólitos realizan todo un ritual frente el sagrario.

El sacerdote explica los motivos que lo llevaron a elegir esta manera de predicar la Palabra y cuenta el temor que tiene de que se confunda a este templo con una “secta”.

Dijo que lo que hace se puede interpreta­r como una rebeldía hacia los Papas impuestos después del Concilio Vaticano II.

Juan Razo García, sacerdote diocesano del templo Dulce Corazón de María, originario de Monclova, Coahuila y rector de la Rectoría de San Francisco, señala por qué optó por “la misa tradiciona­l” por su formación.

“El señor Obispo me envió a estudiar una especializ­ación en Roma, en Teología Patrística, en el año 2009. La Patrística estudia los primeros nueve siglos de la Iglesia: la teología que se recibía por medio de los apóstoles. Hace énfasis en los orígenes del cristianis­mo y eso hizo que tenga interés en la tradición”, explica.

“En mis estudios descubrí el valor de la misa tradiciona­l y cómo se celebró en forma general en el rito latino por lo menos durante mil 500 años. Hasta una reforma litúrgica promovida por el Concilio Vaticano II por el papa Pablo XVI en los 60, buscando de esa manera hacer más accesible la misa para el hombre de ‘hoy’”.

GRUPOS SECTARIOS

Juan Razo, quien lleva un año y medio con esta práctica, señala que dentro de la Iglesia hay quienes pensaron que cualquier Papa que estuviera al frente del Vaticano después de dicho Concilio, era un “Papa falso”.

“El Concilio Vaticano II se planteó para anunciar el mismo mensaje cristiano al hombre de hoy en su condición actual (sin saber latín). Algunos grupos no aceptaron el Concilio Vaticano II, de hecho hay quienes señalan dentro de la Iglesia que los Papas elegidos después del Concilio Vaticano Segundo son papas “falsos”, dijo el sacerdote.

“Estos grupos sectarios ya no están dentro de la Iglesia Católica. Ellos están atados porque no aceptan las reformas necesarias para que la Iglesia fuera accesible al hombre de hoy”, dice.

Sobre el hecho de que las mujeres utilicen velo al acudir a misa, el sacerdote diocesano Juan Razo García, dijo que mucho lo confunden con un acto de menospreci­ar al sexo femenino. Explicó que según las creencias significa todo lo contrario, pues en el catolicism­o “todo lo que es sagrado se cubre”.

“A veces le tenemos tanta confianza a Dios que se le pierde el respeto. La vestimenta debe ser casual. Algunos que no entienden el velo, dicen que es un símbolo de sumisión, como que no cuenta (la mujer) o que no tiene un papel importante.

“Pero esa no es la interpreta­ción, al menos en lo que yo he estudiado, si se fijan, en la liturgia católica todo lo que es sagrado se cubre, como el cáliz de la misa, que va cubierto con un velo; los sagrarios también van cubiertos con un velo.

“El sacerdote, que es una persona sagrada —según la tradición—, se cubre con una vestimenta distinta”, explica.

Agregó que el uso de latín sigue siendo la lengua oficial de la Iglesia y al conservar la lengua se conservan oraciones. También es para recordarle al fiel que al llegar al templo se llega a un lugar sagrado.

BENEDICTO XVI, IMPULSOR DEL LATÍN

El papa Benedicto XVI fue quien tomó la decisión de volver a permitir que el latín regresara a los templos, pero de una manera extraordin­aria.

A la misa en español se le nombra ordinaria y a la misa en latín, extraordin­aria.

El padre Juan Razo García señaló que su decisión resultó por su interés en los orígenes. Señaló la

diferencia entre una misa extraordin­aria y una misa ordinaria.

De la misma manera, la misa actual es la misa que se celebra en la lengua vernácula (originaria de cada país), es una misa que enfatiza la participac­ión los gestos por parte de los fieles.

Mientras que en la misa tradiciona­l hay más silencio; es más contemplat­iva, más interior, más espiritual. El uso del latín es caracterís­tico de la misa tradiciona­l; sigue siendo la lengua oficial de la misa”.

“Al traducir, siempre se le pierde un poco al texto original. A cualquiera que le guste la literatura prefiere leer el idioma en que se escribiero­n las obras. Todo es pensado para hacerle pensar al fiel que entra a un lugar sagrado. Se alaba a Dios a latín; es para dar a entender que a Dios se le da algo especial.

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 ??  ?? Latín. El sacerdote teme que a este templo se le vaya a adjudicar el mote de “secta”, por la forma de difundir el Evangelio.
Latín. El sacerdote teme que a este templo se le vaya a adjudicar el mote de “secta”, por la forma de difundir el Evangelio.
 ??  ?? Costumbres. El uso de la chalina o el velo por parte de las mujeres es signo de respeto, no de sumisión.
Costumbres. El uso de la chalina o el velo por parte de las mujeres es signo de respeto, no de sumisión.
 ??  ?? Solemnidad. En la misa tradiciona­l se pasa más tiempo de rodillas, para dar una afirmación de que te encuentras en una eucaristía.
Solemnidad. En la misa tradiciona­l se pasa más tiempo de rodillas, para dar una afirmación de que te encuentras en una eucaristía.
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Tradiciona­l. Juan Razo García, sacerdote católico.

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